En menos de un año, BBVA ha emitido un millón de tarjetas Aqua en España. Este pionero sistema, que elimina datos del plástico y usa CVV dinámico, se está expandiendo a gran velocidad en las filiales de Latinoamérica. México, Perú y Colombia ya cuentan con las primeras funcionalidades.
Aqua se ha convertido en la tarjeta más contratada de todas las gamas que ofrece BBVA en España: a principios de junio de este año ya habían sido emitidas más de 700.000 de estas tarjetas en nuestro país, solo dos meses después, se ha superado ya el millón.
BBVA ha querido emular este éxito de manera global y está llevando a los distintos países las funcionalidades más características de seguridad de este nuevo modelo de pagos, basado en un CVV dinámico y la eliminación de la numeración y la fecha de caducidad de la tarjeta. La adopción de este modelo, que además utiliza plástico reciclado, está siendo extraordinariamente rápido. De hecho, también en México, desde su lanzamiento en junio, se han emitido más de un millón de tarjetas. En Perú y Colombia se ha establecido el CVV dinámico y en los próximos meses llegarán las tarjetas limpias de datos.
“Con Aqua, además de renovar la propuesta de valor de nuestras tarjetas, estamos unificando la experiencia móvil de los clientes en todas nuestras áreas geográficas”, explica Jorge Moreno, director de Soluciones Digitales de Pagos de BBVA. “Y nos enorgullece ver que, aun respetando las diferencias entre países, el aterrizaje de esta nueva generación de tarjetas está siendo más rápido de lo que habíamos previsto”.
Esta rapidez ha sido posible gracias a la reutilización y evolución de ‘software’, componentes y desarrollos, una estrategia que permite a BBVA ir de lo global a lo local, y viceversa, con más eficacia, aprovechando aprendizajes de manera global.
“Desde el inicio, la conceptualización de la nueva propuesta de valor de Aqua se trabajó globalmente con los equipos locales”, continúa Jorge Moreno. “Esto nos permitió trabajar en paralelo con mayor capacidad, y reutilizar diseños y desarrollos”.
El proyecto para implantar esta nueva experiencia de pagos está en distintas fases según los países. En España, la gran acogida de Aqua, que se concibió como un complemento para otras tarjetas, ha llevado a ofrecer a los clientes la opción de sustituir su modelo principal por Aqua en el momento de la renovación.
En México, la tarjeta sin numeración ya está a disposición de los nuevos clientes e irá sustituyendo las otras tarjetas de débito y de crédito de manera paulatina en el momento de la renovación. Gracias a estas innovaciones, de junio a julio se ha incrementado un 7% las altas al canal móvil, sumando cada vez más clientes al mundo digital. En septiembre, además, BBVA México impulsará la venta de estas nuevas tarjetas tanto para clientes como para mercado abierto.
Por su parte, BBVA Perú ha implantado el CVV dinámico y está trabajando para renovar la experiencia móvil y lanzar las tarjetas limpias de numeración antes de final de año.
En Colombia, de momento se mantiene el PAN y la fecha de caducidad, pero se ha borrado el CVV de la tarjeta y se ha lanzado el dinámico. En próximos desarrollos, se emitirá una tarjeta totalmente nueva como la que existe en España.
Demandas de los clientes
La idea de Aqua es el resultado de la escucha activa de las demandas de los clientes. BBVA realizó una investigación para descubrir puntos de mejora en el uso de las tarjetas y las características que más demandaron los clientes fueron mayor seguridad, planificación, control de gastos y poder realizar más operaciones con el móvil.
La respuesta del banco fue desarrollar Aqua, una nueva generación de tarjetas bancarias que borran el número PAN y la fecha de caducidad y así impiden que otras personas puedan utilizarlas en caso de pérdida o robo. Igualmente, Aqua sustituyó el CVV de la tarjeta por un CVV dinámico que cambia aleatoriamente en la ‘app’ de BBVA cada pocos minutos, lo que reduce el fraude y aumenta la seguridad en las compras en el comercio electrónico. Además, Aqua da a los clientes mayor control para realizar determinadas acciones de seguridad, como apagar temporalmente la tarjeta si es necesario; y refuerza la autenticación en transacciones ‘online’.