En abril la inflación fue de 1,25% mensual y 9,23% anual, consolidándose como la más alta en las últimas dos décadas. El resultado volvió a sorprender a la media de analistas del mercado (0,77% mensual), ubicándose incluso por encima de los máximos que calculaban las encuestas (1,1% mensual de acuerdo a la encuesta BanRep) y del dato esperado por BBVA* de 0,94% mensual (8,9% anual).
La división de alimentos volvió a ser protagonista en el resultado de abril, con una inflación mensual del 2,75% mensual, con lo que se alcanzó una variación anual del 26,17%. Apenas cuatro productos explican cerca de 22 pbs del total de la inflación de esta división.
La canasta de transables registró la mayor aceleración en la variación mensual (1,58% m/m) 103 pbs por encima del mes anterior, seguida por la canasta de regulados (1,07%) que se aceleró en 39 pbs y la de No transables (0,48%) con un incremento de apenas 12 pbs, con lo que esta continúa rezagada respecto a las demás.
Con el protagonismo de las divisiones de alimentos y alojamiento y servicios públicos en el resultado total, la inflación para la población pobre y vulnerable del país ascendió al 11,2% año tras año en promedio.
Se mantienen riesgos al alza, particularmente por la incertidumbre a nivel externo en torno a la guerra en Ucrania y los efectos de la política “cero covid” en China sobre las cadenas productivas a nivel global.
También afectarán factores internos como la decisión gubernamental sobre los precios de la gasolina, afectaciones en las importaciones por depreciación del tipo cambio, un choque mayor al estimado del alza de precios a nivel global, entre otros.
*Análisis de Laura Peña, economista de BBVA Research para Colombia