BBVA Research: factores que marcan la desaceleración económica en Colombia

El consumo de los hogares se está desacelerando progresivamente. El indicador de gasto en consumo que BBVA Research construye con base en los datos transaccionales así lo demuestra. Esto está sucediendo sobre todo en el consumo de bienes, manteniéndose una mayor fortaleza en el rubro de servicios. Entre otros factores, el nivel de la inflación, las mayores tasas de interés y el menor ahorro disponible por los hogares explican este comportamiento.

Según el informe de BBVA Research para Colombia que actualiza los pronósticos económicos, el consumo privado caerá 1,6% en 2023 después de haber crecido por dos años consecutivos a niveles sobresalientes: al 14,8% en 2021 y 9,7% en 2022. Con todo, el PIB de este año cerrará con un crecimiento de alrededor de 8,0%, para luego moderarse a un crecimiento de 0,7% en 2023 y 1,8% en 2024.

Los más recientes informes de BBVA Research “Situación Colombia” han venido anunciando un ciclo de desaceleración saludable que tendrá la economía. El consumo será uno de los sectores que demostrará el cambio de tendencia. Según el análisis, “el consumo privado mostró señales de desaceleración, especialmente en el caso del gasto en bienes, con un mejor comportamiento en servicios”.

Lo que se ha visto en el tercer trimestre es que el crecimiento sigue impulsado por la demanda interna, lo que ha motivado un fuerte crecimiento de las importaciones. Los sectores de servicios están liderando el crecimiento de este año, asociados a una reactivación más contundente de su demanda en 2022, aseguran los economistas.

Economía colombiana crecerá 8,0% en 2022

Para Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia “la economía continuó con un fuerte crecimiento al tercer trimestre, incluso teniendo un nivel de comparación alto en 2021. Además, la inversión repuntó en el tercer trimestre gracias al mejor comportamiento de la construcción y la continuación de un mayor gasto en maquinaria”.

De esta manera, la proyección de crecimiento de la economía se mantiene en una dinámica alcista y se espera un PIB de 8,0% para este 2022. “Colombia logrará mantener unos niveles elevados de producción e ingreso en los próximos años, incluso cuando se compara con otros países de la región y comparado con el período previo a la pandemia”, aseguró Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia.

No obstante, la economía reducirá su capacidad de crear nuevo empleo en 2023 y éste estará más concentrado en la informalidad, afectando la capacidad de consumo privado. “La posible reducción de los ingresos familiares o el temor de que se reduzcan por un mercado laboral menos boyante llevará a más miembros del hogar a buscar empleo. Como resultado, se aumentarán la participación laboral y la tasa de desempleo, ya que no todos ellos encontrarán trabajo”, explicó Hernández.

Los sectores que más crecerán en 2023 y 2024 son gobierno, construcción y entretenimiento. El sector gobierno estará asociado al mayor gasto que se implementará desde el Gobierno Central y por las mayores ejecuciones presupuestales que son características en los últimos años de Alcaldes y Gobernadores. En construcción se destacarán las obras civiles. El entretenimiento estará impulsado por el mejor comportamiento general del sector servicios, asegura el informe Situación Colombia.

Por otro lado, durante 2022 la inflación estuvo impulsada principalmente por los precios de los alimentos y se prevé que al cierre del año termine en 12,5%. La inflación transitará una senda gradual de desaceleración desde 2023, pero todavía enfrentará algunos desafíos en su moderación, no solo por las condiciones climáticas que afectan la producción de alimentos, sino también por el ajuste tarifario y la demanda aún vigorosa que mantendrá creciente hasta mediados de año la inflación básica.

 Tasas de interés terminan su ciclo alcista

Para el estudio económico, “el Banco Central está próximo a terminar su ciclo de alza en tasas, con una tasa terminal en el 12,5%, máxima en más de 20 años. Además, la tasa se mantendrá en niveles altos en la primera parte de 2023 e iniciará un ciclo gradual de reducción de tasas a partir de septiembre de 2023. Su velocidad dependerá del nivel de debilitamiento de la economía y del descenso de la inflación”.

En cuanto al tipo de cambio, se mantendrá débil en 2023 y 2024, con promedios en torno a los 4.800 pesos por dólar. Entre los factores externos que apoyan la fortaleza del dólar está: el acelerado ritmo de ajuste en la política monetaria en economías desarrolladas; las tensiones geopolíticas y el debilitamiento de la actividad global.

Al analizar los factores internos se destaca el abultado déficit en cuenta corriente y las necesidades de financiamiento de la economía colombiana; las menores perspectivas de crecimiento del sector minero y el incremento de la inflación y las bajas tasas reales de interés.

Consumo creció sólo 2,3% en noviembre

En noviembre, el crecimiento del consumo prolongó su proceso de desaceleración, con una variación real anual de 2,3%, la menor cifra registrada en lo corrido del año. Este comportamiento se debe a una contracción de 4,9% anual en el gasto en bienes y un crecimiento de 7,1% en servicios. Se observó un importante repunte de este indicador de bienes al cierre de noviembre.

Según se deriva del informe BBVA Big Data Consumption Tracker, un análisis que publica  BBVA Research cada mes y que monitorea el comportamiento del consumo de los hogares en tiempo real a partir de los datos transaccionales del Banco BBVA Colombia.

De acuerdo con este análisis, la mayoría de las categorías presentaron una ligera moderación en la variación anual real frente a octubre, a excepción de vestuario y combustibles, aunque estas últimas estuvieron en terreno negativo.

Los gastos con tarjeta, en especial de crédito, mostraron un importante repunte hacia la parte final del mes, posiblemente asociado a las promociones como black friday o cyberlunes, entre otras.

A nivel de ciudades, se observa un repunte en el consumo de Barranquilla, Bucaramanga, Cali y Pereira y alguna estabilidad en el crecimiento en Bogotá y Medellín. Por el contrario, se materializó una importante desaceleración en las compras en Cartagena.

En algunos de los principales tipos de consumo por ciudad, se observa una relativa estabilidad entre noviembre y octubre. Sin embargo, en la mayoría se materializa un fuerte descenso en las compras en Cartagena frente al año previo. Se destaca el resultado en restaurantes y vestuario en esta ciudad. En Bogotá y Medellín, el crecimiento anual real se mantiene en niveles bajos.

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