Según el último Informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que evalúa a 189 países alrededor del mundo, entre 2003 y 2018 Colombia pasó del puesto 95 al 79.
Así se desprende del documento revelado este lunes, que evalúa aspectos clave del desarrollo humano como educación, ingreso económico y expectativa de vida, en los cuales el país ha tenido grandes transformaciones.
Voceros del PNUD explicaron que Colombia fue escogida para el lanzamiento del Informe, titulado ‘Más allá del ingreso, más allá de los promedios y más allá del presente’, porque se reconoció al país como precursor de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y porque atraviesa grandes transformaciones.
Indicaron, además, que el estudio contiene temas como el Índice de Desarrollo Humano (IDH), como medida del logro de dimensiones básicas del bienestar de las personas; compara a los países sobre sus avances y rezagos, y advierte sobre nuevos temas relevantes para el avance del desarrollo humano global.
Así mismo, analiza las desigualdades en el desarrollo humano a través de un nuevo prisma: evalúa qué desigualdades están ganando importancia en la actualidad, cómo estas se dan de diferente manera en el mundo y entre los diversos grupos de población, y cómo están evolucionando.
Colombia en el índice
En la última medición, que destaca los avances de Colombia en el ranking mundial, se indicó que el valor del IDH refleja los logros de un país en las dimensiones básicas del desarrollo humano (salud, educación y nivel de vida).
Colombia ha logrado avances constantes en el Índice de Desarrollo Humano en los últimos años. Según los datos revelados, entre 2013 y 2018 el IDH de Colombia aumentó en 15 puntos porcentuales, pasando de 0,746 a 0,761.
Entre 1990 (desde cuando se hace el informe) y 2018, el Índice de Desarrollo Humano de Colombia pasó de 0,600 a 0,761, un aumento del 26,9%.
La expectativa de vida se incrementó 7,4 años y los años de escolaridad aumentaron 2,9. Por su parte, el promedio de escolaridad en estos 28 años aumentó 5,5 años y el ingreso per cápita aumentó 74,5%, pasando de 7.392 a 12.896 PPP$.
Otro de los elementos que destacó el documento fue que Colombia utilizó la inteligencia artificial y la tecnología, ámbito en el que los datos sobre el clima y los cultivos de arroz permitieron predecir los efectos del cambio climático sobre la producción.
Esta decisión dice el informe determinó que se evitara una pérdida de más de 3,6 millones de dólares a 170 productores de arroz en Córdoba, así como que se propiciara el aumento de la productividad de 1 a 3 toneladas por hectárea.
Enfoque en la equidad
En el último informe del PNUD quedó en evidencia que los indicadores tradicionales ya no son un patrón único de medida, sino que existen más elementos para tener en cuenta en el estudio del desarrollo humano de las naciones.
Entre estos nuevos elementos se encuentran el acceso a la tecnología y las preocupaciones asociadas al cambio climático, que son elementos, según el PNUD, fundamentales para el desarrollo humano.
Estos elementos están asociados también con la Equidad, en la medida en que la tecnología puede generar efectos positivos en aspectos fundamentales como la salud, la educación, la gestión del riesgo, el empleo y la productividad.
En este sentido, el Presidente Iván Duque, desde su campaña y cuando asumió como Jefe de Estado, ha dicho que le propuso al país una agenda diferente, que se ocupa de resolver los retos en materia social y avanzar en esas nuevas obligaciones que existen para la construcción de país.
El Mandatario ha dicho que su Gobierno sabe que aún existe camino para construir un país con más justicia social y que el Plan Nacional de Desarrollo está alineado con las expectativas del mundo moderno que plantea el PNUD en su informe.
Por esto, insistió en que las políticas del Gobierno se basan en pactos para lograr la Equidad que el país requiere.
Producir conservando
Así, el Pacto por la Sostenibilidad: ”Producir conservando y conservar produciendo’ y el Pacto por la Transformación Digital de Colombia, incluidos ambos en el Plan Nacional de Desarrollo, dan cuenta de que se vincularon esos dos aspectos en el centro de las prioridades del Gobierno.
Entre los programas y medidas que el Gobierno ya aplica en el país está la Ley de Modernización de las TIC, que pone a Colombia a la vanguardia internacional en marcos de políticas públicas, regulación e institucionalidad para el cierre de la brecha digital.
Sobre este aspecto, el Jefe de Estado ha insistido que en gracias a esa norma se logrará que más hogares colombianos tengan acceso a internet, lo que servirá para reducir las brechas tecnológicas; así como que tengan mejores recursos para la educación, la salud, la justicia, su relación con el Estado y el emprendimiento.
De hecho, entre las metas que tiene el Gobierno para 2022 está la de lograr que 11,8 millones de hogares estén conectados a la red y aprovechar este despliegue tecnológico para hacer una modernización del Estado.
Adicionalmente, ya se emprendió el plan de acción para conectar por internet con tarifa social a 200.000 familias de estratos 1 y 2, ubicadas en 76 ciudades principales de 23 departamentos del país; así como la estructuración técnica y financiera del programa de última milla, que buscará, por un lado, estimular la masificación de accesos a internet en municipios en los que no hay infraestructura disponible y, por el otro, generar esquemas de asequibilidad.
Este año el Gobierno arrancó el proceso para llevar conectividad gratuita por internet a 10.000 centros poblados de zonas rurales, a partir del 2020.
Energías limpias
Otro de los temas tiene que ver con las energías limpias, en las que el Gobierno ha avanzado a través de estrategias de movilidad eléctrica, energías renovables, economía circular y lucha contra la deforestación.
Estas decisiones de Estado, según se dijo, están enmarcadas en los retos que impone el cambio el climático y que destaca el PNUD en su informe como una de esas nuevas preocupaciones de los ciudadanos.
En relación con la estrategia que maneja el Gobierno bajo el principio de ‘Producir conservando y conservar produciendo’, el Mandatario ha insistido en que debe haber una agenda de sostenibilidad transversal al desarrollo, que busca consolidar un equilibrio entre la conservación y la producción económica, adoptando prácticas sostenibles, bajas en carbono y resilientes a los desastres y al cambio climático.
Por esta razón, el Presidente ha sustentado que estas decisiones se encuentran alineadas con la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo cual contribuye directamente con el cumplimiento de 14 de los 17 objetivos.
Adicionalmente, en el Plan de Desarrollo se plantea la necesidad de consolidar sectores productivos sostenibles y comprometidos con la mitigación del cambio climático.
Así, se vienen implementando acciones orientadas a la eficiencia energética, las energías renovables no convencionales, el transporte eléctrico, la agricultura climáticamente inteligente y la construcción sostenible.
En los 15 meses de Gobierno, ya se superó la meta de pasar de 50 MW a 1.500 MW en este cuatrienio y ya se aseguraron 2.250 MW de energías renovables. Esto, representa a hoy, 40 veces más la capacidad instalada de energías renovales no convencionales frente a lo que había cuando inició este mandato.
Además, el Gobierno vinculó la riqueza natural del país como un activo estratégico de la nación, lo cual se convierte en un asunto prioritario de seguridad nacional que permite avanzar en la lucha contra la deforestación; así mismo, avanzó en la implementación de la primera política de América Latina de Economía Circular.