Esta semana la Ciudad de México fue sacudida por el fuerte terremoto de 7.1 grados de magnitud que tuvo como epicentro la ciudad de Acapulco. El fuerte movimiento telúrico se convirtió en prueba de fuego para Cablebús, el sistema de transporte por teleférico que da servicio en zonas altas de la capital mexicana.
El sistema de transporte cumplió con los estándares de seguridad que había prometido Konstantino Panagiotou, director general de Doppelmayr México, la empresa austriaca que, junto con la mexicana Grupo Indi, construyeron la Línea 1 del Cablebús.
En efecto los teleféricos de la Ciudad de México, al menos en su Linea 1, resultaron ser más “un sistema de transporte de personas más seguros que los aviones”, ya que durante el terremoto que sacudió a la capital mexicana y al centro y sur del país la noche del 7 de septiembre no se presentó ninguna novedad ni emergencia en las 377 cabinas fabricadas por Doppelmayr.
*Calidad es sinónimo de seguridad*
En diálogo con medios económicos especializados de México Konstantino Panagiotou, director general de Doppelmayr en el país azteca, explicó que el sistema Cablebús está calculado para movimientos telúricos fuertes, tomando en cuenta las normas oficiales en la materia. Sin embargo, por protocolo, las cabinas se deben detener segundos antes del movimiento, por lo que los usuarios sentirán el fenómeno suspendidos en el aire.
“Una vez que pasa el sismo, se inicia una marcha lenta de seguridad de la cabina, hacia la estación próxima, donde los usuarios son desalojados”, precisó Panagiotou.
Otro de los protocolos es suspender el servicio por algunos minutos para realizar una inspección de rutina, con la cual se pueda determinar si no existen fallas estructurales que puedan comprometer el funcionamiento del sistema.
“En caso de sismos, se puede parar el sistema, hay protocolos, después de un efecto de sismo, tenemos que hacer inspecciones, para estar 100% seguros que no hay algún daño” expuso el empresario.
Cabe señalar que la empresa austriaca Doppelmayr fue la encargada de construir el TransMiCable que opera en el sur de Bogotá, donde también se aplica tecnología y estándares de seguridad simialares al Cablebús de la Ciudad de México.