Desarrollo agroindustrial, otro escenario en el que Perú le da “sopa y seco” a Colombia

Aunque las comparaciones son odiosas, en ocasiones sirven para tomar buen ejemplo. Es el caso de lo que viene ocurriendo en Perú con el desarrollo del agro, respecto a lo que ocurre en Colombia.

A lo largo del siglo XX, Colombia se esforzó (aunque sin mucho éxito) por promover el uso eficiente de la tierra y lograr una mayor equidad en su tenencia.

Ello, según documento de Anif, se ve reflejado en el estancamiento de las exportaciones agroindustriales (bordeando solo US$7.000 millones/año, equivalentes al 2.1% del PIB) y en los altos índices de concentración de la tierra (con un GINI tan elevado como un 0.87).

En 2016, se adoptó la figura de Zonas de Interés y Desarrollo Rural Integral y Social (Zidres), pero a la fecha tan solo se ha aprobado un proyecto Zidres en Puerto López (Meta).

En el caso de Perú, se ha conseguido impulsar la producción agrícola, a partir de polémicas reformas a la propiedad-explotación de la tierra.

Dicho modelo ha traído dinamismo y desarrollo al campo peruano, logrando exportaciones agroindustriales por valor cercano a los US$10.000 millones en 2018 (4.4% del PIB).

En este proceso, ha sido vital la provisión de bienes públicos de parte del Estado, aspecto en el cual Colombia deberá trabajar más activamente, concluye el análisis.