La doble caída de los precios del petróleo y las medidas para combatir el coronavirus, trajo como consecuencia para Colombia, la reducción de parte de Fitch en la calificación de nuestro país a BBB.
La decisión de la calificadora de riesgo se suma a la tomada por Standar & Poor’s en días pasados. Dentro de sus argumentos expone que “la rebaja refleja el probable debilitamiento de las métricas fiscales claves, a raíz de la recesión económica causada por una combinación de conmociones derivadas de la fuerte caída en el precio del petróleo y los esfuerzos para combatir la pandemia de coronavirus”.
Según Fitch, “”un aumento en la carga de la deuda en los últimos años y una caída esperada en los ingresos fiscales, ha dejado al Gobierno con menos espacio fiscal para contrarrestar los choques económicos”.
Al respecto el exministro Amylkar Acosta opina que, la revisión de la calificación por parte de las calificadoras de riesgo le inflige un duro golpe al país y se da en un momento excepcional, inédito para el país.
Acosta considera además que las calificadoras se están precipitando. Según el, “estas deberían dar un compás de espera a ver cómo se estructura todo el paquete de respuesta a COVID-19″ antes de dar su dictamen”.
El economista Guillermo Sinisterra por su parte, estima que el hecho de que 2 de 3 calificadoras, hayan puesto banderas rojas a los resultados que va a obtener la economía colombiana este año, es motivo de preocupación, aunque esto se venía, porque los choques externos que hemos tenido nos afecta directamente. Por ejemplo, un petróleo a 24 dólares, mientras el gobierno esperaba que estuviera a 60 dólares.
Sinisterra va más allá al considerar que “una economía parada donde no se recaudan impuestos, empeora la situación, lo que pone en duda su capacidad de pago. Aunque Standar and Poors y Fitch nos bajaron la nota, Colombia cuenta con algo que se llama grado de inversión, es decir que aunque tengamos una perspectiva negativa, todavía vale la pena prestarnos. De 17 países evaluados por S&P, a 7 les bajaron la calificación, principalmente, los que dependen del petróleo para su estabilidad macro”.
El informe de la calificadora señala que el paquete anunciado por el Gobierno para mitigar el coronavirus y la guerra de precios del petróleo, aumentará el gasto público, y esto tendrá como consecuencia que el déficit fiscal se expanda hasta 4,5% del PIB en 2020.
