Guillermo Sinisterra, ph. D. en Economía, experto en economía urbana y regional y docente de la Universidad Javeriana, en entrevista para Confidencial Colombia, explica lo que significa en materia económica para Bogotá y para el país una nueva cuarentena extendida hasta el mes de junio y deja claro, que esto no es un capricho de la alcaldesa Claudia López, sino los resultados de los análisis de médicos y epidemiólogs.
¿Qué podría pasar en materia económica si se declara una nueva cuarentena?
Guillermo Sinisterra (GS): Yo creo que la economía va a sufrir terriblemente si eso llega a pasar. Estamos hablando de crecimientos negativos del 3%, que son cifras a las que no llegamos en momentos en que han ocurrido crisis mundiales. Lo grave de este asunto va a ser la alta tasa de desempleo que se puede presentar. Pero es necesario tener claro que la cuarentena no es un capricho de la alcaldesa, esto es una posibilidad que plantean los médicos y los epidemiólogos que notan que Colombia no tiene la capacidad hospitalaria para atender una emergencia por cuenta del coronavirus. Es claro que el Gobierno Nacional debe tomar medidas extraordinarias para superar esta crisis.
Una nueva cuarentena lo que hace es aplazar por unos meses el pico de la pandemia.
GS: En este momento hay personas que se están contagiando, eso es una realidad innegable. La manera en como los países ha sorteado la pandemia como Korea del Sur se refiere a las pruebas masivas, practicada a cualquier persona que estornudara o tosiera, lo que hizo que la economía continuara con su normal ritmo. Estamos hablando de un país que practicó cinco mil pruebas por cada cien mil habitantes. Estados Unidos no llega a este número todavía. Solo en el momento en que podamos realizar este número de pruebas podremos controlar el virus.
Cómo podría hacer la empresa privada para sostener la nómina de trabajadores con la que venía funcionando antes de la primera cuarentena, si se llega a declarar un nuevo aislamiento, esta vez hasta junio.
GS: Es imposible. Para mi es difícil creer que se le diga a un empresario, “mande a sus trabajadores a receso por tres meses y siga pagando la nómina que eso es solidaridad”. La empresa quiebra, mucho más si se trata de una pequeña empresa que no tiene utilidades robustas, que está luchando por tener un flujo de caja que le permita sostenerse así misma y pagar a dos o tres empleados. Eso es inviable.
Esto se traduce en una tasa de desempleo muchísimo mayor de la que hay en el momento y una reducción en los índices de la economía.
GS: Por supuesto. Colombia podría llegar a una tasa de desempleo del 20% y un crecimiento negativo del 3%. Por lo inédito de esta situación, el Gobierno Nacional debe tomar medidas inéditas. No se puede pretender que los actores más débiles de la cadena económica, sean quienes asuman las consecuencias del coronavirus. El presidente debe pensar en hacer un contrato social con los actores más favorecidos, es decir las grandes empresas, los bancos, etc., para superar esta crisis.
¿Es posible colocar la economía por encima de la salud como lo venía haciendo el presidente de los Estados Unidos Donald Trump y el presidente de Brasil?
GS: Trump ya se dio cuenta que Estados Unidos es el país con mayor número de muertos por COVID 19 y Bolsonaro parece que aún no. Hace una semana el presidente Trump decía otra cosa y hoy puso el paquete económico más fuerte que se haya usado en ese país, con ayudas para todos los sectores, lo que demuestra que las autoridades gringas están de frente contra la pandemia.
Los exministros Cecilia López y Juan Camilo Restrepo, opinan que el Gobierno debe endeudarse más allá de 70%, lo que implicaría una nueva reforma tributaria, en momentos en que la economía puede decrecer y la tasa de desempleo aumentar.
GS: Colombia debe pensar por fuera de la caja. No podemos pensar en que debe aumentar el recaudo en medio de una economía colapsada, esto dificulta la reactivación del sector productivo. Acudir a la deuda pública puede ser una buena salida, que evitaría una reforma tributaria inmediata. Me sorprendió escuchar al exministro Juan Carlos Echeverry proponer que el Banco de la República imprima por una sola vez y para siempre, y a la vez al José Antonio doctor Ocampo diciendo que no le gustaba esa opción. A mi modo de ver creo que es viable la impresión por una sola vez, porque no va a generar efecto inflacionario, porque esto se haría en momentos de estancamiento económico.
Los gremios económicos se manifestaron en contra de la propuesta de la alcaldesa Claudia López de extender la cuarentena.
GS: Esta no es idea loca de la alcaldesa, esto es el resultado de los análisis que han hecho científicos y personal médico. Ella al igual que el presidente de la república, dialoga constantemente con los expertos. No es serio discutir si la alcaldesa es responsable o no lo es, el tema es que Colombia no cuenta con la capacidad hospitalaria para atender una emergencia.
¿Una idea como esta podría ser responsable con la economía de Bogotá, que es casi el 25% de la del país?
GS: Sería terrible -es cierto-, pero esta es una medida que se tomaría con datos y cifras necesarias. Ahora, ¿qué es mala para la economía?, por supuesto que lo es. Es ahí donde se habla de la economía de contingencia, donde el Estado debe actuar como papá Estado y proteger no solo a los estratos 1 y 2, sino además a la clase trabajadora y a los sectores productivos.
¿Qué opina de la propuesta del presidente Duque de implementar la estrategia acordeón?
GS: Esta estrategia lo que busca es darle el mayor respiro a la economía, sin comprometer el tema de la salud. Esto lo que hace es jugar con los picos de la epidemia, es decir, cuando estos se elevan, se declara cuarentena y cuando se reducen, se sale de la cuarentena. Esto implica varios aislamientos. La alcaldesa se mentalizó en que esto va para largo y está en la tarea de pensar en estrategias desde ya, para enfrentar el problema.
¿Es sano el debate de si pensar primero en la economía por encima de la salud pública o viceversa?
GS: No me gusta ese debate. En estos momentos las autoridades se inclinan más por la salud pública y es lo correcto, al fin de cuentas la economía se puede recuperar, pero la vida de las personas, una vez estas mueren, no. Debemos pensar en la salud primero.