Dado que Egipto fue el anfitrión de la COP27 el año pasado, y los Emiratos Árabes Unidos serán los anfitriones de la COP28 este año, las ambiciones climáticas y de sostenibilidad de Medio Oriente están en el centro de atención. En la COP27 vimos compromisos de financiación sustanciales, incluida la Iniciativa Verde de Oriente Medio y el Grupo de Coordinación Árabe, que comprometieron miles de millones en financiación para una transición energética en línea con los compromisos a largo plazo de Net Zero. (ISS, Julio 2023).
Seguimos nuestra revisión de los ESG en el mundo, hoy es el turno del Medio Oriente. A pesar de la cruel y desigual guerra que actualmente está ocurriendo en esa región del mundo, existen otros países que avanzan fuertemente con los ESG como medios para el desarrollo, como Egipto, o como parte de la diversificación económica, como es el caso de los Emiratos Árabes Unidos.
En el caso egipcio, las empresas se han centrado principalmente en las ganancias económicas. Sin embargo, la creciente atención global sobre el crecimiento sostenible y las prácticas comerciales responsables ha hecho que los sectores corporativo y financiero de Egipto adopten gradualmente principios ESG. Como testimonio de este cambio, las firmas de ESG en Egipto han proliferado y la demanda de abogados especializados en ESG en Egipto ha aumentado significativamente, lo que refleja el compromiso de la nación con estos principios.
Para hablar de ejemplos concretos en tierras faraónicas:
Medio ambiente: La Ley 4/1994 y sus enmiendas proporcionan el marco fundamental para la protección del medio ambiente en Egipto. Destaca la importancia de preservar los recursos naturales, combatir la contaminación y fomentar el uso de tecnologías sostenibles. Varios reglamentos ejecutivos detallan estándares para la calidad del aire, el agua y el suelo, la gestión de residuos peligrosos y las emisiones industriales.
Social: La Ley del Trabajo 12/2003 establece los derechos de los trabajadores, garantizando salarios justos, condiciones de trabajo seguras y la prohibición del trabajo infantil. La Constitución de Egipto de 2014 proporciona una amplia cobertura de los derechos sociales, incluida la salud, la educación y la vivienda adecuada.
Gobernanza: La Ley de Sociedades 159/1981 y sus modificaciones posteriores establecen las directrices para la gobernanza corporativa en Egipto. En 2016, la Autoridad Reguladora Financiera de Egipto (FRA) lanzó los Principios de Gobierno Corporativo para las empresas que cotizan en bolsa, estableciendo estándares para las estructuras de la junta directiva, los derechos de las partes interesadas y la transparencia.
Desde el lado del Golfo Pérsico, es necesario transformar los sectores existentes y diversificar sus economías para incluir sectores no basados en el petróleo, como el turismo y la atención médica. Esto ha sido un enfoque clave para que los países de Medio Oriente atraigan inversiones tanto de inversionistas nacionales como extranjeros, incluidos inversionistas institucionales que buscan expandir y diversificar sus negocios o carteras de sostenibilidad.
La historia de ESG en Medio Oriente no es tan nueva como podría sugerir la celebración de la COP 28. Los EAU han sido proactivos a la hora de involucrar a las empresas para que inviertan esfuerzos en el sector de la sostenibilidad ya en 2020. Por ejemplo, haciendo que los informes ESG sean obligatorios para las empresas que cotizan en bolsa.
En 2020, la Autoridad de Valores y Productos Básicos de los EAU (“SCA”) emitió el “Código de Gobierno Corporativo para Sociedades Anónimas Públicas” (“Código de Gobierno”). El artículo 76 del Código de Gobernanza establece que las sociedades anónimas públicas en la Bolsa de Valores de Abu Dhabi o en el Mercado Financiero de Dubai (“PJSC cotizadas”) deben publicar un informe de sostenibilidad anual.
Por otro lado, el Mercado Global de Abu Dhabi (“ADGM”) ha identificado las Finanzas Sostenibles (“SusFin”) como una prioridad estratégica y fue el primer Centro Financiero Internacional a nivel mundial en convertirse en carbono neutral. Esto, junto con la emisión en 2021 de bonos sostenibles por valor de 8.000 millones de dólares en Oriente Medio y el Norte de África, muestra los avances que Oriente Medio ha logrado en el desarrollo de ESG hasta el momento.
A modo de ejemplo, uno de los bancos privados más antiguos de los Emiratos Árabes Unidos se ha sumado voluntariamente a la iniciativa del Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UNGC) para prácticas comerciales responsables y se ha comprometido a facilitar 30 mil millones de dólares de SusFin para 2030. Además, el banco ya ha permitido 15.500 millones de dólares en inversiones de SusFin (incluidos proyectos fuera del Golfo), así como apoyo a proyectos relacionados con el agua por valor de 1.300 millones de dólares, que han experimentado un aumento tangible en la generación de empleo.
Sin embargo, a pesar de los avances en ESG en el Medio Oriente, persisten los siguientes retos:
Dependencia Económica del Petróleo y Gas: el Medio Oriente, particularmente los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), depende en gran medida de los ingresos del petróleo y gas. Esta dependencia complica la transición a fuentes de energía renovable y la implementación de políticas ambientales robustas.
Marcos Regulatorios y Políticos: las regulaciones y estándares ESG están todavía en las primeras etapas en muchos países del Medio Oriente. A menudo, hay una falta de directrices claras, marcos regulatorios y mecanismos de cumplimiento.
Inestabilidad Política y Conflictos: algunos países de la región enfrentan inestabilidad política, conflictos y problemas de seguridad, lo que puede dificultar el desarrollo y la implementación de iniciativas ESG. En zonas de conflicto, el enfoque a menudo está en las necesidades humanitarias inmediatas en lugar de en los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
Prácticas de Gobernanza Corporativa: los estándares de gobernanza corporativa en la región están evolucionando, pero pueden quedar rezagados respecto a las mejores prácticas globales. La transparencia, la responsabilidad y el compromiso con las partes interesadas son áreas que necesitan una mejora significativa.
Factores Sociales y Culturales: las normas sociales y los valores culturales pueden influir en la aceptación e implementación de las iniciativas ESG. Cuestiones como la igualdad de género, los derechos laborales y la participación comunitaria varían significativamente en la región.
Desafíos Ambientales: la región enfrenta desafíos ambientales específicos, como la escasez de agua, la desertificación y las temperaturas extremas. Abordar estos problemas requiere enfoques adaptados e inversión significativa en tecnologías sostenibles.
Mercados Financieros y de Inversión: las finanzas sostenibles y la inversión ESG están ganando terreno, pero el mercado aún se está desarrollando. Existe la necesidad de una mayor concienciación, educación y desarrollo de capacidades entre los inversores e instituciones financieras.
Conciencia y Participación Pública: la conciencia pública y la comprensión de los temas ESG son generalmente menores en comparación con otras regiones. Aumentar la conciencia y fomentar una cultura de sostenibilidad requiere esfuerzos concertados de gobiernos, empresas y la sociedad civil.
Es evidente que para superar los retos de ESG se necesita una región estable y una paz relativa que permita el crecimiento empresarial y, así mismo, sus capacidades. Por otro lado, se puede tomar el ejemplo de los Emiratos e Israel, que decidieron dar prevalencia al comercio por encima de sus conflictos. Se hace más que evidente que estados, sociedades y empresas deben buscar caminos de diálogo y encontrar acuerdos mínimos que permitan su crecimiento.