El cambio es la única constante que permanece en una empresa, o avanza, o muere, sin embargo, es habitual que las personas se resistan al cambio, ya que cuando se encuentran con una nueva forma de pensar, esta idea compite con sus viejas ideas almacenadas en el subconsciente, incluso aunque pensar diferente les pueda ofrecer una gran recompensa. De allí que, según el más reciente estudio de Kaspersky, el 95% de los responsables de innovación de las empresas a nivel mundial admitieran que sus proyectos a menudo fracasan antes de ser lanzados y el 36% de estas innovaciones no llegan incluso a pasar la etapa de desarrollo.
El cambio requiere autorreflexión, emplear tiempo, energía y tener voluntad, pero sobre todo requiere de un cambio de mentalidad. “Un cambio de mentalidad es esencial para conseguir resultados diferentes e innovadores, si los corporativos no están contentos con cómo están ejecutando sus procesos de innovación, lo que deben evaluar primero no son sus resultados sino su forma de pensar y aprender. Las personas experimentamos grandes cambios en nuestras vidas cuando reemplazamos nuestra forma habitual de pensar por una nueva y diferente, es cuando hacemos este cambio de mentalidad que logramos ir a la raíz de los problemas”, agregó Manolo Castro, fundador de la startup Mindhack y conferencista de innovación.
Pensando en ayudar a materializar las iniciativas de innovación de las empresas en Colombia, expertos de Mindhack, destacan dos elementos fundamentales que les permitirán a los directivos cambiar su mentalidad si desean implementar iniciativas innovadoras exitosas:
- Cambiar la forma en la que aprendemos. Aprendizaje exponencial.
El solo hecho de cambiar la forma de aprender nos ayuda a cambiar nuestra mentalidad. Una vez que cambiamos nuestra forma de aprender podemos cambiar la intención e intensidad de aprendizaje según el ritmo de cada persona. Si en poco tiempo leías un libro, puedes leer 10, si aprendes de una persona, puedes hacerlo de 10, y así sucesivamente.
- Poner en práctica lo aprendido
Una vez que estás aprendiendo de forma exponencial debes experimentar y poner en práctica lo que se aprendió. Poner en práctica lo aprendido lleva a perfeccionar el proceso según errores y aciertos y a descubrir nuevas alternativas en caso de que algo no funcione según lo previsto.
“En el momento en que los directivos de las organizaciones comienzan a aprender de manera exponencial y a poner en práctica lo aprendido, cambian su mentalidad, se convierten entonces en líderes dispuestos a asumir riesgos e influyen su entorno y equipos de trabajo a través de su propio cambio”.
En definitiva, hoy más que nunca la idea de un cambio de mentalidad vuelve a estar latente y más con la inestabilidad política y económica que se vive actualmente en Colombia y la incertidumbre social que se mantiene por el COVID-19. Aunque son muy pocas las veces en que se han trazado lineamientos y hojas de ruta para lograr cambios de mentalidad, el aprendizaje exponencial y la práctica de estos aprendizajes sirven como puntos de partida para identificar nuevas perspectivas, cuestionar lo que ya se sabe, repensar las cosas y reconocer los errores sin importar el ego.