Esta semana, Netflix hizo público que había perdido suscriptores durante un trimestre por primera vez en una década*. Es más, prevé perder dos millones más de suscriptores este trimestre. Como era de esperar, la noticia sentó como jarro de agua fría en los mercados y las acciones del gigante del streaming llegaron a caer un 35% en Wall Street. A la luz de estas cifras y dada la proliferación de servicios de este tipo en los últimos años, surge la duda de si el mercado del streaming habrá llegado a su punto álgido.
Tras años de monopolio absoluto del mercado de las suscripciones por contenido, Netflix ha visto cómo en dos años surgían competidores no solo potentes si no que además le dejaban sin contenido y le obligaban a gastar más dinero en nuevas producciones. Así, la entrada de Amazon, Apple, Disney, Hulu y HBO ha inundado el mercado de contenidos que en algunos casos ofrecía el propio gigante del streaming -el de Disney antes de que lanzará su propia plataforma- y ha terminado por provocar cansancio en los suscriptores de todos los servicios.
Asimismo, el actual escenario inflacionista en el que se encuentran casi todos los países y a una más que probable recesión económica en Europa y EEUU, ha hecho que lo que antes era algo novedoso y asequible llegue a convertirse en un lujo del que muchos suscriptores van a prescindir sin demasiado dolor en un intento por recortar gastos. Solo en EEUU, algo más de un tercio de los adultos han cancelado una suscripción en los últimos seis meses como respuesta a la escalada de los precios, según publica Quartz.
Frente a esta situación, las plataformas de streaming se han embarcado en una carrera por prevalecer sobre los competidores y lograr mantener la fidelidad de sus suscriptores. Mientras que antes bastaba con contar con el mejor catálogo, como en el caso de Netflix, ahora significa ofrecer más servicios, como hace Amazon Prime con el vídeo y la entrega, o Apple con la televisión, la música, el fitness y el almacenamiento en la nube. Por su parte, Netflix se plantea incluir anuncios a cambio de un precio más reducido.
Otras, sin embargo, han optado por echar el cierre. Es el caso de Warner, que ha anunciado el cierre del servicio de streaming CNN+ tan solo un mes después de su lanzamiento y en cuyo desarrolló invirtió 300 millones de dólares. El movimiento se ha producido una semana después de que WarnerMedia, el conglomerado que incluye Warner Bros, CNN o HBO, fuera adquirido por el grupo Discovery por más de 42.000 millones de dólares. El resultado de la fusión es un nuevo gigante del entretenimiento, Warner Bros. Discovery, que pretende competir de manera directa con Disney+ y Netflix.
En los últimos años, ha ido ganando fuerza la teoría de los analistas del “Gran Rebote”. Es decir, la idea de que tarde o temprano los consumidores pagarán por una única suscripción que englobe todos los servicios de streaming. Algunas plataformas como Disney ya lo están haciendo. El “paquete Disney” agrupa Hulu, Disney+ y ESPN+.
*Con información de ElEconomista.es