En repetidas ocasiones les he dicho que no soy economista ni pretendo serlo, pero por fortuna si cuento con habilidades especiales en análisis de la información, comprensión de lectura y matemáticas. Y para entender la oscura y difícil situación de este país, tampoco hay que tener 3 dedos de frente.
Les presentaré el panorama desde mi perspectiva:
La crisis ocasionada por la llegada del coronavirus, la declaración de pandemia y la consecuente suspensión de actividades en la mayoría de sectores de la economía nacional no estaba en los planes estratégicos de ninguna empresa, marca o emprendimiento. Nadie dimensiono esta catástrofe económica global ni sus alarmantes, desoladoras e inquietantes cifras.
Los países más importantes del mundo se declararon en recesión, los gigantes de todos los sectores se vieron afectados y su estrategia inicial fue reducir sus inversiones en temas de mercadeo y publicidad y eliminar puestos de trabajo como su plan de reducción de costos en el corto plazo.
Colombia a pesar de las maravillas informadas por el Gobierno Nacional y algunas empresas de investigación y gremios claramente no es la excepción. Negocios de tradición y muy bien reputados quebraron en menos de un mes, otros se pusieron en la tarea de rediseñar su estrategia y otros redujeron su planta y la adaptaron a las nuevas condiciones del mercado protegiendo los puntos más rentables y cerrando los otros.
Sectores como el turismo, bares, discotecas y restaurantes, entretenimiento nocturno, bingos y casinos, motos, vehículos, repuestos y autopartes, cafés, cafeterías, panaderías, peluquerías, petróleo, estaciones de servicio, hidrocarburos y combustibles, minería, tiendas y varios más han tenido un impacto demoledor que será de difícil recuperación en el corto y mediano plazo.
Arrastrando una perdida que empezó el 20 de marzo de 2020 y que se mantuvo hasta finales de agosto del mismo año, ¿quién me explica a mí como podemos hablar de recuperación?
Para mí es una simple y sencilla ecuación:
Hablemos del sector retail que es aquel que uno pensaría no sufrió graves afectaciones. Error, ha sido uno de los más afectados por el tema de control de aforo que a la fecha sigue vigente y la ocupación máxima de un establecimiento es el 35% de su capacidad. En lo personal no creo los niveles del gasto estén en aumento, no creo el consumo este en aumento y menos aun cuando las necesidades y las preferencias de los consumidores sufrieron un giro no de 180° sino de 360°.
Hace poco vi en noticias que en el departamento del Magdalena la mayoría de sus habitantes no hacen tres comidas, hacen dos o hacen una, y fácilmente llevan semanas sin comer proteínas, también vi que la tasa de desempleo es de las más altas, con el turismo parado que es una de las principales actividades económicas y fuente de ingresos de la región y el sustento de muchas familias no hay forma de conservar una calidad de vida medianamente decente. No hay plata para mantener los negocios, ni ayudas, subsidios y contribuciones que alcancen para todos y garanticen la seguridad alimentaria del total de los habitantes de un departamento. Y yo me atrevo a decir que este fenómeno es el mismo en todas las regiones del país.
La simple y sencilla ecuación de la que les hablo es esta a manera de ejemplo:
Un restaurante vendía $100 millones mensuales, con eso pagaba costos fijos, nomina, renta, servicios, insumos, equipamiento, menaje y demás y a su dueño le quedaban digamos $20 millones mensuales de utilidad, si de vender $100 millones pasan a vender $0 millones pasan varias cosas:
– No hay como pagar costos fijos entonces se acaba el negocio y seguramente se quede endeudado en varios de estos ítems y
– No hay utilidad para el propietario (con esa utilidad es que el señor paga las cuentas de su vida cotidiana: cuota casa, cuota carros, colegios, servicios, mercado, entretenimiento, vacaciones, impuestos, créditos, etc.), cuentas que si no puede pagar repercuten en su calidad de vida
Y yo me pregunto, ¿será qué si se dejan de recibir $20 millones mensuales durante 6 meses ($120 millones) y se vuelve a abrir el restaurante con un aforo del 35% habrá recuperación? A mí las cuentas no me dan ni cuadran por ninguna parte ya que yo primero ingreso lo que perdí y una vez lo tengo empiezo a ganar y hablar de recuperación, mientras no sea así, estoy trabajando a perdida. Eso me dicen a mí la lógica y el sentido común y así lo aprendí a ver yo.
El pasado mes de octubre, el desempleo en Colombia llego a estar en un 20% (hablando de las cifras del DANE que no incluyen el empleo informal), es decir, unas 4.5 millones de personas no tenían empleo. Según la Cámara de Comercio de Bogotá y sus datos más recientes, entre enero y agosto de 2020 se liquidaron 37000 empresas, 63% más frente al mismo periodo del año pasado. De esta cifra el 99% eran mipymes, el 95% de personas naturales y el 5% de personas jurídicas.
La Revista Dinero habla de un informe que la Superintendencia de Sociedades publicó a finales de septiembre sobre las estadísticas de insolvencia en el país, en el cual se evidenció que durante los primeros nueve meses del año recibió 852 solicitudes de insolvencia, de las cuales 624 se dieron durante el 1 de abril y 24 de septiembre, es decir, en el mayor pico de la pandemia en el país.
En el mismo informe se explicó que durante el primer semestre hubo un total de 3.055 procesos de insolvencia, de los cuales 2.449 son procesos de reorganización que representan $43,2 billones en activos y un total de 126.147 trabajadores. El total de procesos se divide en 210 empresas de agricultura, 718 de comercio, 351 de construcción, 578 de manufactura, 57 de minería, 819 de servicios y 532 personas naturales.
“La insolvencia tiene un periodo de incubación entre seis y 18 meses. Si se tiene eso en cuenta, los aumentos en solicitudes se darán todo este año y en 2021. Ya lo estamos viendo. Veníamos de 70 solicitudes mensuales en promedio durante el primer trimestre. En el segundo se mantuvieron. En julio empezamos a ver 120 solicitudes y no ha bajado. Creemos que así va a continuar seguramente durante el tercer trimestre”, expresó Juan Pablo Liévano Vegalara, superintendente.
“Las insolvencias empresariales aumentarán en el 2021”
Con esta tasa de desempleo que no incluye al 100% de la población activa laboralmente (empleo formal e informal), con las empresas reduciendo su operación, sus puntos de venta, quebrando y/o declarándose insolventes cómo podemos hablar de crecimiento en el gasto y en el consumo? Cómo podemos hablar de una dinámica positiva frente a las cifras del año pasado sin pandemia?
Ahora, venimos de semanas convulsionadas por las elecciones de Estados Unidos, el triunfo de Joe Biden y Kamala Harris, las nuevas restricciones y el confinamiento en varios países de Europa debido a un rebrote que no se esperaban o por lo menos no de esta forma tan agresiva y preocupante, el aumento en los niveles de contagio en USA y tras de todo esto, en Colombia vivimos una de las peores olas invernales que ha causado graves catástrofes naturales, dejado millones de damnificados y afectados que obligan al país a gestionar recursos no solo para la crisis del coronavirus sino para garantizar atención a toda la población afectada y a atender todos los daños a la infraestructura y viviendas, que esta tragedia natural ha dejado a su paso.
Soy Colombia, un pueblo sin piernas, pero que aún camina y que sigamos caminando solo depende de nosotros.
Feliz inicio de semana para todos.
María Eugenia Saldarriaga O. | Consultora experta en marketing, reputación e imagen corporativa y lealtad y fidelización de clientes | Cel. 310 3216527 | [email protected] |