Lo primero que debemos comprender para iniciarnos en el fenómeno de la economía digital es saber diferenciar entre Bitcoin y Blockchain. Si bien Blockchain es la tecnología que permite el funcionamiento de Bitcoin SV, estos son dos conceptos independientes.
Blockchain es una red de datos entre usuarios (nodos) que opera sin un servidor central. Se creó con el objetivo de solucionar un problema matemático y económico: cómo transferir bienes digitales de una persona a otra, en cualquier parte del mundo, de forma segura.
Hasta la aparición de esta tecnología, la única manera en que alguien podía realizar esto era mediante una entidad que oficie de intermediario (como un banco). En ese modelo, un nodo transfiere bienes digitales a una entidad confiable y luego dicha entidad completa la transacción con un segundo nodo. Así operan, por ejemplo, los sistemas bancarios online.
Blockchain permite realizar esta transacción sin intermediarios, gracias a tres características:
1. Es un registro público
Blockchain es una base de datos que registra todos los bienes digitales que posee cada usuario de la red y cada una de las transferencias de esos bienes entre cualquier nodo. Cualquier persona puede ver cuántos bienes tiene el resto, cuántas transacciones fueron realizadas y cuantos bienes existen en cada nodo en tiempo real.
Esto permite que cualquiera pueda corroborar si una transacción es válida o no, ya que cada usuario solo puede transferir una suma con la que contaba originalmente.
2. Es una red distribuida
Cada nodo tiene en su poder una copia completa de esta base de datos con todas las transacciones realizadas desde el origen hasta hoy. De esta manera, no es necesaria una entidad intermediaria que otorgue confianza (como un banco central), ya que la información de cada transacción es pública.
3. Utiliza un protocolo de consenso
Por último, cada Blockchain posee un protocolo de consenso para lograr que cada nodo tenga en todo momento una copia exacta del registro. Este protocolo se encarga de determinar cómo se validan las transacciones de la red. Para ello la red cuenta con ciertos nodos especiales llamados “mineros”. Estos nodos van a ser los encargados de validar las transacciones.
Cada vez que un minero “valida” una transacción, la red lo “premia” con un incentivo económico. El trabajo conjunto de los mineros asegura que toda la red cuente con la misma versión del registro.
El papel de las criptomonedas
La tecnología Blockchain tiene más de una aplicación. La gran mayoría de criptomonedas existentes, como Bitcoin, utilizan sus blockchains para registrar todas las transferencias de dinero digital entre personas.
En otras palabras, las criptomonedas usan la tecnología Blockchain para construir enormes libros contables públicos.
Principales ventajas de la tecnología
Blockchain es una forma innovadora de almacenar información de manera segura e inmutable. Además, permite la transmisión de valor por todo el planeta sin necesidad de agentes intermediarios y tiene la capacidad de hacerlo casi inmediatamente. Actualmente, entidades tradicionales están explorando aplicaciones con esta tecnología:
Bancos y empresas financieras internacionales (al principio muy reticentes de ingresar a este mundo) participan hoy activamente de este nuevo ecosistema. Goldman Sachs, por ejemplo, invirtió 50 millones de dólares en una plataforma de criptomonedas y JP Morgan construyó su propia blockchain para lanzar una red global de pagos.
Por otro lado, el gigante del mercado retail Walmart comenzó a utilizar Blockchain para optimizar sus cadenas de distribución con ayuda de IBM. Consultas sobre su propio stock que tomaban hasta 6 días se redujeron a 2 segundos.
En América Latina, la empresa de tarjetas de crédito Naranja (parte del grupo Galicia) acaba de firmar una alianza con la red de créditos RCN para ampliar el alcance de los préstamos online a nivel global, mediante contratos inteligentes implementados sobre tecnología Blockchain.
El potencial de Blockchain es tan grande que quedar fuera de su alcance puede tener un costo altísimo en el futuro. Expertos en finanzas y tecnología afirman que su impacto será equivalente al que tuvo Internet en la década pasada.
