Un llamado de urgencia para recuperar el empleo acaba de formular en Colombia el centro de análisis económico ANIF, al señalar que se deben calcular muy bien las medidas restrictivas que se vienen aplicando por la emergencia del covid en el país.
Al hacer un análisis de los últimos datos de empleo que emitió en DANE, el documento de ANIF advierte que los resultados en términos de empleo a corte noviembre son, en general, positivos.
La tasa de desempleo cada vez se acerca más a los niveles observados antes de la llegada de la pandemia, una tendencia que, por supuesto, resulta muy favorable para el bienestar de los hogares colombianos.
Sin embrago, hay que tomar los resultados con cautela. El incremento de la población inactiva en casi 8% frente a noviembre de 2019 habla de una dinámica que se puede tornar preocupante.
Así mismo, indica que la caída en la desocupación responde a un incremento tanto en la generación de empleo como en la inactividad, lo que le pone una nota negativa a la buena nueva.
Informalidad en aumento
Para ANIF, preocupa, además, el alza en el empleo informal. En este frente, el trabajo por cuenta propia representó 45% de la ocupación total, 3pp por encima de lo registrado en el mismo periodo del año anterior.
De igual forma, la informalidad, medida por tamaño de establecimiento para las 23 ciudades, pasó de 47.2% en el trimestre móvil septiembre-noviembre de 2019 a 48.7% para el mismo período del año 2020.
Lo anterior da cuenta de la dificultad de recuperar el empleo formal, puesto que no tiene la flexibilidad de adaptación del segmento informal.
Dicho lo anterior, esperamos que, con los resultados del mes de diciembre, la tasa de desempleo promedio para todo el año 2020 se ubique entre el 15.5% y el 16.0%.
“No obstante, llamamos la atención sobre los riesgos que se ven a futuro para la consolidación de la recuperación del empleo, los ingresos y el bienestar de los hogares”.
Las medidas restrictivas que se están imponiendo nuevamente en las principales ciudades del país al inicio del 2021 suponen un claro obstáculo.
En ese sentido, ANIF llama a que las medidas implementadas tanto por el gobierno nacional como por los gobiernos locales se hagan con el objetivo de estar “un paso adelante”.
Los casos más exitosos en el mundo en la contención de la pandemia se caracterizan por un esfuerzo permanente en el rastreo y seguimiento de las cadenas de contagio.
En cambio, como ya lo hemos demostrado, las cuarentenas no tienen beneficios claros, pero sí impactos económicos significativos y duraderos.
Esperamos, entonces, que ese efecto sea temporal y que, con el proceso de la vacunación que se ha anunciado iniciará en febrero, se retome la senda de reactivación económica y generación de empleo.
Finalmente, dejando a un lado los temas coyunturales, no podemos seguir aplazando en el debate público la necesidad de adelantar políticas que reconozcan las diferencias en las dinámicas productivas a nivel regional, que incorporen estrategias diferenciales para cerrar la brecha de género (que hemos resaltado en informes anteriores) y que entiendan que la formación en Colombia se debe ajustar a las necesidades del mercado laboral.