Luego de la pandemia del Covid 19, fueron muchas las empresas que tuvieron que afrontar crisis por cuenta de las evidentes pérdidas que reflejaron sus estados financieros, lo que les obligó no solo a repensar las estrategias que les permitieran continuar con sus negocios sino, además, con las que pudieran salir adelante y superar los problemas económicos.
Fue así como los restaurantes y almacenes de diferentes acudieron a los domicilios; los bares se convirtieron en gastrobares; miles de oficinas que atendían sus operaciones de forma presencial pasaron al escenario virtual, etc.
Aun así, esto no evitó salvar a miles de empresas de las pérdidas económicas porque aun con la pandemia, debían pagar las obligaciones adquiridas con los proveedores. Es aquí donde una norma busca brindar a las empresas que se encuentran en medio de crisis financieras la posibilidad de recuperarse, protegiendo los intereses del acreedor, dando las facilidades para la reorganización de la compañía, esta es Ley de Insolvencia. Pero ¿qué es Ley de Insolvencia?
La ley de insolvencia evita que una empresa cierre tras declararse en quiebra, buscando la reactivación ordenando su patrimonio, con el fin de cubrir, en la medida de lo posible, los pasivos aceptados dentro del respectivo trámite evitando una serie de procesos judiciales en su contra que obligaría a su liquidación.
Durante este proceso la empresa interesada debe revisar el modelo de negocio y planear estrategias con metas claras y fijas a determinado tiempo; debe además reducir al máximo los gastos fijos y pensar además en la venta o liquidación de inventarios, y la venta de activos no productivos. Esto último permitirá adquirir ingresos que ayudarán de una u otra manera a solventar las obligaciones.
Para sobrellevar este proceso el empresario o microempresario debe asesorarse muy bien por expertos en el área financiera y en el área jurídica para no dar pasos en falsos ni tomar decisiones equivocadas. Para es necesario ser transparente y hablar con la verdad para de esta manera tomar decisiones a tiempo, antes de que las cosas empeoren.
Datos de la Superintendencia de Sociedades indican que a diciembre de 2023 un total de 4.471 empresas se sometieron a Ley de Insolvencia y se vieron en la necesidad de reorganizar sus pasivos para tratar de mantenerse activas en el mercado.
Para el año 2021, el total fue de 1.193 y la reducción anual de 8%; en 2022 la cifra subió a 1.219 y la disminución fue de 6%. Sin embargo, para 2023, el número totalizó 1.420 y aumentó 10% con respecto a 2020 cuando se presentaron un total de 1192 solicitudes.
De acuerdo con el superintendente de Sociedades, Billy Escobar, los efectos de la pandemia aun se sienten en la economía de nuestro país que no ha espantado del todo la crisis que esta dejó, lo que hace necesario que los diferentes sectores empresariales piensen constantemente en estrategias que permitan superar la crisis del todo y además pensar en nuevos modelos de negocios.
Para este fin, la Superintendencia de Sociedades ha brindado acompañamiento a las empresas que desean superar sus problemas financieros con procesos de reorganización, tal es el caso de Cementos Tequendama, quien expuso su dificultad económica para solventar sus obligaciones con proveedores. Igual sucedió con la Cadena Hotelera Hoteles Dann, quien también ingresó a este proceso.
Vemos entonces como acudiendo a las normas como la Ley de Insolvencia, se puede salvar a miles de empresas y así mismo salvar también la economía del país.