El Ejército de Perú justifica la represión que dejó muertos durante las protestas

Foto: tomada de notiamerica.com

El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú ha justificado que el uso de la fuerza para sofocar las protestas en Ayacucho (sur), y que derivó en nueve muertos y una decena de heridos, se produjo como consecuencia de los ataques que han estado sufriendo por parte de “malos peruanos” desde que en los últimos días se intensificaran las manifestaciones a favor del expresidente Pedro Castillo.

“En ese espacio de tiempo hemos sufrido ataques tanto la Policía Nacional como las Fuerzas Armadas de parte de estos malos peruanos”, ha dicho el jefe del Comando Central, el general Manuel Gómez de la Torre, dando así a entender que tuvieron que recurrir a las armas de fuego para sofocar las protestas.

“Nos hemos mantenido firmes ante esta amenaza a nuestra seguridad nacional, hemos venido recuperando paulatinamente la normalidad en nuestras carreteras, en nuestros aeropuertos, en nuestras ciudades”, ha recalcado Gómez de la Torre cuando ha explicado el operativo para evitar la toma del aeropuerto en Ayacucho.

Sin embargo, las autoridades militares no han explicado por qué algunas de las personas que observaban todo aquello fuera de las instalaciones del aeropuerto recibieron impactos de bala, cuenta el diario ‘La República’.

Por su parte, el general Rubén Castañeda ha evitado hablar sobre cómo se produjeron aquellas muertes y ha subrayado que de no haber retomado el control del aeropuerto y con algunas de las carreteras todavía bloqueadas, el Ejército no hubiera tenido “capacidad” para hacer frente a las manifestaciones.

“¿Por qué intentaron tomar el aeropuerto de Ayacucho? Porque es muy importante. Sirve para llevar el personal que está reforzando la seguridad y el control tanto de la Policía Nacional como de las Fuerzas Armadas. Venimos trayendo gente de distintos puntos del país para llevarlos a Apurímac, primero, y luego a Ayacucho, que son lugares críticos”, ha dicho el general Castañeda.

En vísperas de cumplirse dos semanas desde la destitución y detención de Castillo, cerca de 195.000 personas han salido a las calles de 144 localidades de todo el país para protestar y exigir el cierre del Congreso, la liberación del expresidente y la celebración cuanto antes de elecciones anticipadas.

La Policía de Perú ha informado de que se han detenido a 183 personas por actos violentos durante las protestas, que han dejado por ahora varios centenares de heridos y un total de 25 fallecidos.

Como consecuencia de esta nueva crisis política en Perú, la nueva presidenta, Dina Boluarte, ha anunciado la destitución del hasta ahora primer ministro, Pedro Angulo, quien apenas ha durado diez días en el cargo. Se espera que a lo largo de esta semana haga una remodelación de su gabinete con vistas a poder encauzar la negociación en medio del descontento social.

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