Cristiano Ronaldo es el nuevo y flamante fichaje de la Juventus de Turín. La llegada del luso a la ‘Vecchia Signora’ es una noticia feliz para una escuadra que busca conquistar Europa deportivamente, pero a la vez una mala noticia para los trabajadores de Fiat, empresa automovilística propiedad, como la propia Juventus, de la familia Agnelli y con un papel importante en la contratación del luso. Una realidad ante la que los empleados se han rebelado.

La reacción de los obreros ha sido rápida. A través del Sindicato de Trabajadores (USB), han convocado una huelga que comenzará el próximo domingo a las 10 de la noche y acabará el martes a las seis de la mañana. El paro tendrá lugar mientras se presenta al jugador, presumiblemente el lunes por la tarde.

En un comunicado, han criticado amargamente el movimiento de la Juventus y las implicaciones que tiene para Fiat, ya que la empresa ayudará económicamente en el fichaje de Cristiano: “Mientras los trabajadores y sus familias se ajustan el cinturón cada vez más, ¡la empresa decide invertir una gran cantidad de dinero en un solo recurso humano! ¿Está bien? ¿Es normal que una sola persona gane millones y que miles de familias no lleguen a mitad de mes?”.

El Sindicato de Trabajadores incide en la injusticia que supone para este sector el hecho de que, a la vez que se descuida a la nómina de empleados, la empresa destine más recursos a la operación Cristiano que a mejorar sus condiciones: “Los trabajadores, durante al menos tres generaciones, han enriquecido a cualquiera alrededor de esta empresa, y a cambio solo han recibido una vida de miseria”.

No han sido las únicas protestas de trabajadores de Fiat. En los alrededores de la fábrica que la empresa tiene en Pomigliano d’Arco (Nápoles), varios empleados, junto a cinco personas despedidas, se han manifestado con pancartas, según informan medios internaciones.

“A Cristiano, 400 millones, y a nosotros, una patada en los c…” y “Nosotros somos los que pagamos” han sido algunos de los lemas que han presidido la protesta de este grupo, en el que se incluían cinco despedidos por la empresa después de que, en 2014, colgaran a un muñeco con el rostro de Sergio Marchionne, director ejecutivo de Fiat.