La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha iniciado una “investigación inicial” de los daños sufridos en el patrimonio histórico de Turquía y Siria tras los terremotos del lunes y se ha ofrecido a “estabilizar” estos enclaves para evitar posibles daños o incluso la destrucción total.
El primer objetivo pasa por establecer un “inventario preciso de los daños”, después de que los fuertes temblores hayan provocado destrozos en zonas como la ciudadela de Alepo, en el norte de Siria. De hecho, a la UNESCO le preocupa “especialmente” esta zona, que ya estaba en la lista de patrimonio en peligro por la guerra en que vive sumido el país desde el año 2011.
“La torre oeste de la ciudad vieja se ha venido abajo y varios edificios de los zocos han sufrido daños”, explica la organización en un comunicado.
La UNESCO también ha lamentado el derrumbe de varios edificios en la fortaleza de Diyarbakir y en los jardines de Hevsel, situados en el sureste de Turquía, al tiempo que teme afectaciones en el monumento arqueológico de Göbekli Tepe, el monte Nemrut y el enclave de Arslantepe.
“Nuestra organización proporcionará ayuda dentro de su mandato”, ha prometido la directora de la UNESCO, Audrey Azoulay, que ha expresado sus condolencias por las miles de víctimas de la tragedia.