Donald Trump es un fenómeno político sin precedentes, es una persona que no pertenece al establecimiento, que es políticamente incorrecto y que aun así logró sincronizarse con mas de 70 millones de americanos para la presente elección, aumentando en aproximadamente 10 millones su votación con respecto al 2016, año en el cual venció a una política de carrera que hacía parte del establecimiento.

Sus políticas fueron promercado al interior del país y eso también le gusta a mucha gente, las reducciones en impuestos más grandes que se han presentado en la historia de los Estados Unidos se presentaron en su gobierno, el desempleo cayó a mínimos históricos y al parecer el país estaba saliendo adelante hasta que llegó la pandemia y allí comenzaron sus problemas.

Es muy fácil ser piloto de un avión que va en piloto automático y que uno está tomando después de salir de la peor zona de turbulencia de la que se tiene registro en muchos años. La administración Obama tuvo que lidiar con la crisis hipotecaria del 2008, de la cual muchos países aún no se han recuperado y que generó una depresión en Estados Unidos que implicó una pérdida de empleos, de riqueza de los hogares y de precios de la vivienda que sólo se pudo reversar hasta 2014, es decir al final del gobierno de Obama.

Es muy fácil adjudicarse todos los logros como si el país acabara de nacer con su llegada, que es lo que el quiere hacer creer a sus pintorescos electores, pero la verdad es que las políticas que implementaron Bernanke y después Yellen, quien según Trump era muy bajita para ser presidente de la FED, fueron las que consiguieron la estabilidad y los primeros indicios de crecimiento después de lo que le sucedió a los Estados Unidos. Hay que anotar que el actual director de la FED, Jerome Powell, nombrado por Trump, parece ser el único que quiere que el país salga verdaderamente adelante.

La verdad es que Trump no es un gran estratega, ni un gran líder, es un patán, profundamente ignorante, predecible y arbitrario y con una visión muy corta, que hubiera llevado a un estado de aislamiento muy complicado a los Estados Unidos de haber conseguido un segundo término.

Además de esto es un mentiroso patológico, engañó impunemente a la gente de Pensilvania diciéndoles que iba a retomar el negocio del carbón cuando no era posible, porque las tecnologías de generación de energía que lo usaban ya están caducas. También les dijo a los cultivadores del medio oeste que iba a hacer que ellos ganaran mucho dinero y lo único que hizo por ellos fue que China aumentara sus aranceles a todos los productos que vinieran de esa región (de manera bastante estratégica por parte de China). Y además de esto, era el único que estaba convencido que la elección donde el resultó ganador estaba amañada, mostrando su poca capacidad de raciocinio.

No quiero ni siquiera entrar en otros logros del 45° presidente de los Estados Unidos, como haber empoderado a grupos de ultraderecha, racistas y dogmáticos, que ahora salen con sus armas a las calles cada vez que quieren amenazar o atacar a quien no piense como ellos. Su otro logro en la misma línea fue que en más de 300 ciudades simultáneamente se hicieran protestas en contra de la discriminación racial y la vida de la gente negra. Finalmente, por su incompetencia causó muertes innecesarias, más de 260.000 americanos han muerto de COVID-19 y que las tasas de contagio en el país sean las más altas del mundo.

Pero estas son minucias, es un gran líder, ayuda a los negocios y es bueno para el mercado de acciones, dirían algunos, incluso aquí en Colombia que poco o nada se ha beneficiado de una relación humillante y subyugada. Los verdaderos líderes se conocen en los momentos difíciles y la lección de liderazgo que obtuvimos de Donald Trump en el único momento difícil de su gobierno, fue que no hay que hacer nada cuando hay amenazas reales y gente muriendo.

Trump perdió y esto implicó una prueba de oro para las instituciones de los Estados Unidos, que ahora deben responder todas las demandas sobre un fraude electoral inventado por su patética campaña. Esta “estrategia” de campaña demora la transición de poder, genera más muertes por causa de la pandemia y perjudica al pueblo americano. Al parecer nombrar un patán ignorante en el poder, le está pasando factura a los Estados Unidos en la peor de las formas. Por suerte en Colombia no pasan esas cosas, estamos blindados en contra patanes ignorantes que quieren llegar al poder.