Por extraño que parezca, siguen sucediendo cosas en el mundo que no dejan de sorprendernos. En este caso, nos ha asaltado la noticia de que China quiere asegurar la fidelidad al régimen antes desde antes de la cuna. Un banco de esperma de Pekín ha lanzado una campaña para recabar donantes en la que reclama a los posibles interesados «amor a la patria socialista» y lealtad al Partido Comunista. No obstante, ha prometido que no va a revisar el pasado político de nadie.
Se trata de una campaña en las redes sociales que ha puesto en marcha el Tercer Hospital de la Universidad de Pekín y que se extenderá hasta el próximo 23 de mayo. En ella se hacer referencia, de forma expresa, a los requisitos que deben cumplir los posibles donantes.
Entre estas condiciones, figura no solo la buena salud del donante de semen, sino también tener un perfil político «favorable». «Tiene que ser leal a las doctrinas del partido, decente, respetuoso con la ley y no arrastrar problemas políticos», indica el mensaje, aunque un facultativo aclara que no se llevarán a cabo revisiones.
Otros requisitos sorprendentes serían el tener más de 20 años y carecer de problemas de alopecia, daltonismo o sobrepeso. Una vez superados dos exámenes, recibirán un primer pago de 200 yuanes y otro de 5.500 yuanes cuando se haya completado el proceso, lo que equivale en total a unos 2.5 millones de pesos aproximadamente.
Este tipo de campañas evidencian el giro de la política familiar en el gigante asiático, que relajó en 2015 su política de hijo único. La mayoría de las familias pueden tener ahora dos hijos, si bien en el caso de quienes quieran recurrir a los bancos de semen tienen que demostrar que el marido es estéril o portador de enfermedades genéticas.