Berlusconi dejó a Forza Italia como legado político

La muerte del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi no marca el final de su proyecto político. Forza Italia, la formación que refundó en el año 2013, tiene representación en las principales instituciones políticas y está integrada en la actual coalición de Gobierno, aunque como socio menor de dos partidos de ultraderecha, sin el dominio del que gozó durante años en el espectro político conservador.

Berlusconi se abrió paso en la escena pública italiana a través del mundo de la empresa, pero a mediados de los noventa consumó su transformación con un partido que terminó por sacudir la escena política. Alcanzó por primera vez el poder en 1994 y, en mayor o menor medida, Berlusconi ha sido una figura omnipresente en la vida de un país sacudido cada cierto tiempo por periodos de inestabilidad.

Así, ha ido adaptándose a lo largo de los años a los distintos contextos, con alianzas ‘ex profeso’ y reconversiones que han mantenido a sus sucesivos movimientos políticos como un actor relevante. En 2007, lanzó el Pueblo de la Libertad, una coalición en la que integró a la entonces Liga Norte, y ya en 2013 reflotó el nombre y el espíritu de Forza Italia, partido del que se ha mantenido como presidente hasta su fallecimiento este lunes.

“Adiós, presidente”, le ha despedido el partido en su cuenta de Twitter, junto a una imagen en la que Berlusconi saluda a un grupo de simpatizantes. No en vano, durante estas últimas tres décadas ha sido una de las figuras más polarizantes de la política italiana, con tantos seguidores como detractores, pero en cualquier caso popular.

Forza Italia se siente ahora una comunidad “herida”, como ha reconocido su teórico heredero político, Antonio Tajani, al que la noticia del fallecimiento de Berlusconi le ha sorprendido durante un viaje oficial a Washington. El objetivo para el partido pasa ahora por “unirse para relanzar el mensaje del líder” para seguir “con convicción” el camino abierto por él.

Así, en este día de “profundo dolor”, Tajani también ha querido dejar claro que el proyecto personalista de Berlusconi “va más allá de la vida terrenal” de su fundador, según declaraciones recogidas por la agencia AdnKronos. El puesto presidencial queda ahora vacante, pero todo apunta a que la sombra de Berlusconi seguirá presente durante un tiempo.

El propio Tajani ha dicho de viva voz que le debe los cargos que ahora ocupa, como vice primer ministro y responsable de Exteriores en un Gobierno de coalición que ha supuesto la alianza de los tres principales partidos de derechas en Italia. Este Ejecutivo, sin embargo, no tiene al partido de Berlusconi como principal pilar, sino como el tercero en discordia.

Forza Italia, que en Europa se engloba en la familia del centro-derecha, pactó antes de las elecciones de 2013 una alianza con Hermanos de Italia, de la actual primera ministra, Giorgia Meloni, y con la Liga de Matteo Salvini. El experimento funcionó y se ha seguido consolidando en elecciones locales y regionales –Forza Italia tiene actualmente a cinco de sus miembros al frente de otras tantas regiones–.

En términos de poder nacional, cuenta con cinco ministerios –al de Exteriores que ostenta Tajani se le suman también Administración Pública, Reformas, Transición Ecológica y Universidades–, mientras que en la Cámara de Diputados tiene 44 representantes, por otros 18 en el Senado. En la Eurocámara, dispone de 10 de los 76 que le correspondieron a Italia en la actual legislatura, que concluirá en 2024.