Foto: tomada de europapress.com
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha anunciado que se encuentra ingresado en el hospital AdventHealth Celebration, ubicado a las afueras de la ciudad estadounidense de Orlando, después de haber sido hospitalizado por fuertes dolores abdominales en relación con el apuñalamiento que sufrió en 2018.
“Ayer tuve nuevos dolores e ingresé en un hospital de Orlando, Estados Unidos. (Estamos) agradecidos por las oraciones y mensajes de pronta recuperación”, ha aseverado el propio Bolsonaro en un mensaje en su cuenta de Twitter, en el que ha adjuntado una fotografía en la que se le ve reclinado en la cama de un hospital.
“Después de ser apuñalado en (el municipio de) Juiz de Fora, me sometí a cinco cirugías. Desde la última, he tenido dos veces más dolores que me han llevado a otros procedimientos médicos”, ha detallado el propio exmandatario.
Según había adelantado horas antes el diario brasileño ‘O Globo’, el exmandatario había sido ingresado por una posible obstrucción intestinal, según el diagnóstico del equipo médico que le atiende. Por el momento se desconoce cuánto tiempo permanecerá hospitalizado o si ha recibido ya el alta.
Bolsonaro fue víctima de un apuñalamiento en el abdomen en el marco de la campaña electoral de 2018. Tras este ataque se ha tenido que someter hasta a cuatro cirugías.
Sin embargo, el exmandatario ha sufrido varios episodios de dolor abdominal, por los que ha tenido que ser hospitalizado en sucesivas ocasiones, la más reciente a mediados del pasado mes de noviembre, cuando fue ingresado en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia.
Esta última hospitalización de Bolsonaro se da apenas un día después de que cientos de simpatizantes asaltaran la sede de los poderes del Estado en Brasilia, en un episodio similar al vivido el 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
El expresidente se encontraba en Estados Unidos desde el 30 de diciembre, fecha en la que abandonó Brasil justo dos días antes de la toma de posesión de su sucesor al cargo, Luis Inácio Lula da Silva. Su visita ha provocado que algunos diputados estadounidenses hayan pedido su deportación a Brasil.