El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha tildado este miércoles de “absolutamente absurdo” el informe del Parlamento sobre la injerencia rusa en la campaña para el referéndum del Brexit, que acusó al Gobierno de “evitar investigar” esta supuesta influencia antes de la votación.
Johnson ha indicado ante la Cámara de los Comunes que las críticas al Ejecutivo “están motivadas por un deseo de socavar el referéndum sobre la Unión Europea (UE) que tuvo lugar en 2016”, según ha informado el diario británico ‘The Independent’.
Así, ha recalcado que la oposición al Brexit está intentando presentar el documento “para dar la impresión de que la interferencia rusa fue de alguna forma responsable del Brexit”. “Deberían pasar página”, ha añadido el ‘premier’.
En este sentido, ha cargado contra “la ira y la furia contra la élite de los que abogaron por permanecer (en la UE) al descubrir que, de hecho, no hay nada en este informe”. “No hay ninguna pistola humeante, tras toda esa banalidad y furia”, ha remachado.
El informe, que fue finalmente publicado el martes tras el retraso provocado por la negativa del Ejecutivo de Johnson a permitir su difusión, subraya que es necesaria “una acción inmediata” para contrarrestar la amenaza que supone la injerencia rusa en Reino Unido.
La Comisión de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico sostiene en su documento que el Gobierno del primer ministro “evitó activamente” investigar la injerencia en el referéndum sobre el Brexit. Además, deja claro que no había ninguna razón para retrasar la publicación del informe, cuya publicación impidió el Ejecutivo alegando motivos de seguridad en los días previos a las últimas elecciones legislativas.
El informe aborda una serie de temas, que van desde las campañas de desinformación, las tácticas cibernéticas y el papel de los ciudadanos rusos en Estados Unidos, y llega a la conclusión de que Reino Unido era un “objetivo principal” para Rusia. Sin embargo, gran parte de los detalles “altamente sensibles” del documento no se publicarán por el temor de las autoridades a que Rusia pueda utilizarlos para amenazar a Reino Unido.
El informe de la comisión parlamentaria sostiene que Reino Unido era “claramente un objetivo” de las campañas de desinformación en el marco de las elecciones y que dichas campañas suponían “una pap caliente” porque ninguna agencia quería asumir el liderazgo para abordarlas.