La capital de Canadá, Ottawa ha declarado este domingo por la tarde el estado de emergencia por las protestas de los camioneros contra la vacunación obligatoria que ya duran más de diez días consecutivos.
«El estado de emergencia da a nuestro personal y a nuestra ciudad algunas herramientas adicionales para acelerar cosas como las adquisiciones», ha aseverado el alcalde Jim Watson en una entrevista con CBC News Network.
A su juicio «están en medio de una emergencia grave, la más grave a la que se ha enfrentado nunca la ciudad, y necesitamos reducir la burocracia para poner estos suministros a disposición de nuestros agentes de policía y de nuestro personal de obras públicas».
Miles de manifestantes se han unido en los últimos diez días al llamado ‘Convoy de la Libertad’ en Ottawa y han reclamado poner fin a todas las restricciones de vacunación en el país.
A primera hora de la tarde de este domingo, la Policía de Ottawa ha anunciado que intensificaría las medidas de control de los manifestantes en el centro de la ciudad, poniendo multas y que cualquier persona que lleve «ayuda material», como combustible, a los manifestantes puede ser detenida.
La Policía de Ottawa ha emitido un comunicado en el que informa de que ha detenido a siete personas y ha puesto más de 100 multas.
Asimismo, las autoridades han dicho que hay 60 investigaciones penales en curso, sobre todo por daños, robos, delitos de odio y daños a la propiedad.
Este domingo por la noche, docenas de policías armados han descendido al aparcamiento del estadio de béisbol Coventry Road, en el este de Ottawa, que es el escenario para los manifestantes que actúan en el centro de la ciudad.
Los francotiradores han montado una guardia en el tejado del estadio y del hotel, a ambos lados del aparcamiento, mientras que los manifestantes han avanzado gritando: «vergüenza, vergüenza».
El estado de emergencia y el aumento de la acción policial representan cambios significativos en la respuesta a la situación de Ottawa, donde los manifestantes se han atrincherado en el centro de la ciudad.
El Gobierno canadiense del primer ministro Justin Trudeau impuso el 15 de enero la vacunación obligatoria a los camioneros canadienses que cruzan la frontera con Estados Unidos. Además, los choferes extranjeros que no se hayan vacunado tienen prohibida la entrada al país.