El Gobierno de Canadá ha suspendido este viernes las sanciones propuestas a la legislación sobre el control de armas que prohíben ciertos tipos de rifles y escopetas, un paquete de medidas introducido tras el tiroteo de Uvalade y que habría suscitado polémica entre los agricultores y cazadores afectados.
Estas enmiendas fueron incorporadas como parte de un nuevo paquete de medidas para la legislación sobre armas que fue introducido el año pasado por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tras el tiroteo masivo que tuvo lugar en una escuela primaria de Uvalde, Texas, el cual acabó con la vida de 19 niños y dos profesores.
Las sanciones propuestas por Trudeau, el proyecto de ley C-21, han estado rodeadas de polémica, pues según los propietarios de armas de fuego estas habrían perjudicado de forma injusta a los cazadores y agricultores.
Por ello, el diputado liberal Taleeb Noormohamed ha comunicado este viernes que el Gobierno se dispone a retirar una larga lista de armas que habrían sido clasificadas en un primer momento como “prohibidas”, entre las que se encontraban cualquier rifle o escopeta con un cargador de más de cinco cartuchos; armas que generen más de 10.000 julios de energía o cualquier arma de fuego con una boca mayor de 20 milímetros, una clasificación que volvía ilegales muchas armas muy utilizadas por cazadores en el territorio canadiense.
Según ha recogido CBC, aunque el Gobierno de Trudeau ha dado marcha atrás en los aspectos más polémicos de la C-21, el Ejecutivo seguirá en adelante para reactivar algunas partes del proyecto de ley, el cual también restringe la venta de armas de mano, el contrabando y anula de forma automática la licencia de armas a los condenados por maltrato doméstico.