Los chilenos están llamados este domingo a las urnas para elegir a los 50 consejeros que deberán redactar un nuevo borrador de Constitución, tras el fracaso del primer intento para derogar la Carta Magna aprobada durante la dictadura de Augusto Pinochet. El Gobierno de Gabriel Boric llega debilitado a la cita, en la que las posiciones conservadoras aspiran en cambio a recuperar el terreno perdido durante estos últimos años.
La redacción de una nueva Constitución fue la gran promesa con la que en 2021 el entonces presidente, Sebastián Piñera, logró aplacar una ola de protestas bautizada como ‘estallido social’. Una convención constituyente con mayoría de independientes, aunque inclinaciones de izquierda, acometió un primer intento que terminó siendo rechazado en septiembre de 2022, ya con Boric en el poder.
Una amplia mayoría de los votantes dijeron ‘no’, al término de un proceso marcadamente politizado y en el que se ponían negro sobre blanco cuestiones como la plurinacionalidad o el derecho al aborto. Pese a que ocho de cada diez chilenos habían dicho en un referéndum previo que querían una nueva Constitución, casi el 62 por ciento de los votantes terminaron prefiriendo quedarse con el texto de 1989.
Boric, promotor del ‘sí’, asumió la derrota pero evitó tirar la toalla, dando inicio a un nuevo proceso que vivirá este domingo un nuevo hito. La composición del Consejo Constitucional será clave para determinar la redacción del segundo proyecto constitucional, que no tiene por qué asumir las líneas fijadas por el borrador previo, y para relanzar de nuevo el interés de los ciudadanos en el proceso.
No en vano, los sondeos muestran un creciente desinterés. Un 47 por ciento de los chilenos tiene “nada o muy poco” interés en los comicios de este domingo, según una encuesta publicada este viernes por la firma Criteria y en la que el 62 por ciento reconoce que tiene “nada o muy poca” información sobre estos comicios.
LA LECTURA POLÍTICA
Más de 350 candidatos se presentan a estas elecciones, repartidos básicamente en cinco grupos que representan en mayor o menor medida las posiciones de los grandes partidos de la política chilena. En el caso del Gobierno, sus principales partidarios están incluidos en Unidad para Chile, si bien también hay una segunda facción de centro-izquierda, Todo por Chile, heredera de la desaparecida Concertación.
El nivel de apoyo a Boric ronda el 38 por ciento y, si se cumplen los pronósticos, la derecha recuperará impulso en estas elecciones. El presidente tiene previsto seguir desde la sede del Gobierno y junto a sus ministros el cierre de la jornada, aunque no está previsto que se pronuncie públicamente hasta el día siguiente, según el diario ‘El Mercurio’.
En las filas oficialistas se da por hecho que sufrirán una derrota, pero intentan establecer una barrera de contención para evitar un efecto contagio. Algunos ministros han llamado a no establecer paralelismos entre lo que pueda ocurrir este domingo y la situación política general del país, habida cuenta de que el mandato de Boric no expira hasta marzo de 2026.
El presidente ha dicho que sus “expectativas” pasan por “fortalecer la democracia” en una jornada que confía en que sea “ejemplar”. “Confío profundamente en la sabiduría democrática del pueblo de Chile”, ha declarado esta misma semana, en el tramo final de una campaña que, pase lo que pase, dará pie de nuevo a meses de debate y a un segundo referéndum sobre el futuro proyecto constitucional, aún por discutir y definir.