El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha reprochado al ya expresidente estadounidense, Donald Trump, de justificar “artificialmente” la paralización del acercamiento bilateral entre ambos países puesto en marcha por su antecesor, Barack Obama, escudándose en unos supuestos “ataques sónicos” a diplomáticos cuyo origen no está claro, según un informe recientemente desclasificado.
“Una desclasificación seria de información sobre los alegados incidentes de salud de diplomáticos estadounidenses permitirá conocer cuán lejos llegaron Trump, (Mike) Pompeo y Marco Rubio para justificar artificialmente un retroceso en las relaciones bilaterales”, ha publicado Rubio en Twitter.
“Algún día se podrá aclarar lo que sucedió y lo que no sucedió. Cuba reitera la disposición a cooperar de manera efectiva tanto política como científicamente para encontrar una solución a este asunto”, ha añadido.
Rodríguez se refiere a un informe desclasificado por las autoridades estadounidenses en el que se denuncia que “la respuesta del Departamento de Estado a estos incidentes se caracterizó por la falta de liderazgo de nivel, una comunicación ineficaz y una desorganización sistemática”.
Hasta 24 miembros de la delegación diplomática estadounidense y 14 de la canadiense destinados a La Habana sufrieron una extraña enfermedad entre finales de 2016 y principios de 2017 tras escuchar un ruido agudo en lo que pronto se denominó en la prensa como síndrome de La Habana y se vinculó a un supuesto ataque de las autoridades cubanas.
El Departamento de Estado tardó seis semanas en informar al personal de la Embajada de estos incidentes y no informó a sus familias, según el informe desclasificado, que confirma además oficialmente el cierre de la oficina de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) en La Habana.
“La decisión de retirar al personal de La Habana no parece haberse hecho siguiendo los procedimientos del Departamento de Estado ni fue antecedida ni seguida de un análisis formal de los riesgos y beneficios sobre la continuidad de la presencia física de funcionarios de Estados Unidos en La Habana”, apunta el informe, que subraya que la causa de esta enfermedad “sigue siendo desconocida”.