El ministro de Asuntos Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, ha criticado la elección este sábado de Mauricio Claver-Carone, considerado afín al presidente estadounidense, Donald Trump, como nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
Esta es la primera vez en la historia que un presidente no procedente de América Latina gobierna la institución y se rompe así una regla no escrita por la que el presidente del BID era latinoamericano y el vicepresidente estadounidense. Además, Claver-Carone, cubano-estadounidense, es un anticastrista de “línea dura” con amplia experiencia profesional tanto en funciones de gobierno como en el área del lobby, desde donde ha buscado influir en la formación de políticas públicas en materia internacional con énfasis en América Latina y, en especial, hacia Cuba.
“La imposición por EEUU de un empleado del sector más reaccionario de la política anticubana en el BID, es un peligro y ofensa para nuestros pueblos”, ha afirmado Rodríguez en un mensaje publicado en Twitter.
“Es difícil encontrar a alguien menos indicado. Dividirá la región intentando imponer una agenda d dominación y la Doctrina Monroe”, ha añadido.
Cuando no ocupaba cargo público, Claver-Carone dirigía la empresa de lobby US-Cuba Democracy PAC, cuyo objetivo es influir en las políticas de Washington para lograr una transición de la isla hacia la democracia y hacia el libre mercado.
El camino del estadounidense-cubano Claver-Carone se allanó tras la retirada del candidato argentino, Gustavo Béliz, que era la opción alternativa ante la postura norteamericana.