El ministro de Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, ha acusado al embajador argentino Gabriel Fuks, recién expulsado del país, de “despejar” la zona de policías para ayudar a escapar a la exministra ecuatoriana Duarte Pesantes, sentenciada por corrupción.
“En el peor de los casos hubo complicidad”, ha declarado el ministro ecuatoriano y ha calificado de “incongruente” y de “arrogante” el relato de Fuks, que ha asegurado no saber nada al respecto.
Justo antes de la expulsión de Fuks, el presidente argentino Alberto Fernández habló por teléfono con Holguín para intentar atenuar la situación sin éxito, según ha publicado el diario argentino ‘La Nación’.
La exministra de Transportes del Gobierno de Rafael Correa (2007-2017), María de los Ángeles Duarte (2010-2013), huyó el pasado lunes de la Embajada de Argentina en Quito, capital de Ecuador, donde se encontraba bajo asilo tras ser condenada a ocho años de prisión por corrupción. Tras su huida, Duarte llegó a Caracas, capital de Venezuela, donde se reunió con el embajador argentino, Óscar Laborde.
Las autoridades ecuatorianas sospechan que la exministra salió de la Embajada en un coche diplomático con ayuda de la propia embajada, algo que Argentina ha desmentido.
El viernes pasado hubo un “asado” en la Embajada argentina, en la que entraron y salieron vehículos diplomáticos, que no pueden ser registrados, según ha informado el diario argentino ‘Clarín’.
Además, las autoridades argentinas han explicado que Fuks notificó de la ausencia de Duarte el domingo. De forma inmediata avisó al ministro de Exteriores argentino Santiago Cafiero que a su vez contactó con su homólogo ecuatoriano para informar al respecto.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, coincidirá con su homólogo argentino el 24 y 25 de marzo durante la cumbre Iberoamericana que se va a realizar en República Dominicana.