Estados Unidos ha denunciado este miércoles la ola de recientes ataques de las fuerzas rusas contra la infraestructura energética de Ucrania, cuyo único propósito es castigar a la población ucraniana a medida que se acerca el invierno.
“Estos ataques no parecen tener ningún propósito militar y, en cambio, promueven el objetivo del régimen de Putin de aumentar el sufrimiento y la muerte de hombres, mujeres y niños ucranianos”, ha indicado en un comunicado una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Adrienne Watson.
Asimismo, Watson ha recalcado que las acciones de Rusia demuestran que Moscú “está dispuesta a aumentar el riesgo de un incidente de seguridad nuclear que no solo podría dañar aún más a Ucrania, sino también afectar a toda la región”.
Finalmente, ha asegurado que Washington está “en contacto constante” con Kiev a la par que ha sentenciado que Rusia “sigue subestimando la fuerza y la determinación del pueblo ucraniano”, por lo que su intento de desmoralizar a la población “fracasará una vez más”.
“Estamos trabajando con aliados y socios para apoyar a Ucrania, incluida la provisión de 1.500 millones de dólares en asistencia humanitaria, con esfuerzos de preparación para el invierno con el objetivo de distribuir combustible de calefacción, generadores, materiales de reparación de refugios y mantas”, ha zanjado.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado este mismo miércoles el envío de un nuevo paquete de 400 millones de dólares (unos 386 millones de euros) en ayudas en materia de defensa a Ucrania en plena invasión de Rusia, que comenzó hace ya nueve meses.
El secretario de Estado, Antony Blinken, ha resaltado que Estados Unidos “sigue apoyando a Ucrania con el envío de asistencia adicional” para hacer frente a los “ataques sin descanso por parte de Rusia contra la infraestructura energética vital” del país, según un comunicado del Departamento de Estado.