El gobierno de Estados Unidos acusó formalmente al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y a personas allegadas a él de convertir a Venezuela en un emporio criminal al servicio de narcotraficantes y terroristas.
En una conferencia de prensa, el fiscal estadounidense, William Barr, anunció la presentación de cargos criminales en contra del mandatario venezolano que incluyen lavado de dinero y narcotráfico.
El Departamento de Estado de EU también anunció recompensas de hasta 15 millones de dólares por información que lleve al arresto o procesamiento de Maduro. otros ciudadanos venezolanos.
La medida supone un elemento más de presión para forzar la salida de Maduro de la presidencia de Venezuela, pues el gobierno de Trump considera que se trata de un gobierno ilegítimo, y ahora también supone que Maduro es líder de un cartel de drogas en colaboración con la guerrilla colombiana de las FARC.
Este movimiento supone un nuevo aumento de la tensión y el enfrentamiento entre ambos países, y un nuevo obstáculo para un Maduro que se ve con dificultades crecientes. El desplome del petróleo a mínimos de la década le ha dejado sin su única fuente de ingresos, y la cuarentena ordenada ante la crisis del Covid-19 amenaza con destruir lo que quedaba de economía en el país caribeño.
La semana pasada, su Gobierno intentó pedir un préstamo de 5.000 millones de dólares al FMI, al que expusló del país el expresidente Hugo Chávez. El Fondo lo rechazó, y no parece que vayan a estar dispuestos a replanteárselo ahora que Maduro pasa a estar en busca y captura.