La crítica situación social, económica y política que vive Venezuela, fue tema de debate este martes en el Consejo Nacional de la ONU, donde Estados Unidos y Rusia libraron un intenso pulso político, como si estuviéramos de nuevo en la Guerra Fría.
Por un lado, Estados Unidos quiere que el Consejo de Seguridad de la ONU vote esta misma semana un proyecto de resolución que pide que la ayuda humanitaria extranjera ingrese a Venezuela.
“Tendremos una resolución esta semana que ciertamente llamará a admitir la ayuda humanitaria en Venezuela”, dijo a periodistas Elliott Abrams, representante estadounidense para ese país, antes de una reunión del Consejo sobre Venezuela.
Entretanto, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, sentenció que es necesario respetar las fronteras y la soberanía de Venezuela.
“Exigimos dejar de violar las resoluciones de la Asamblea General de la ONU y respetar las fronteras, la soberanía y la unidad nacional del pueblo de Venezuela de conformidad con la Carta de la ONU”, dijo Nebenzia.
Por su parte, el canciller del Gobierno de Maduro, Jorge Arreaza, ue todavía tiene voz en el organismo multilateral; pidió este martes al Consejo de Seguridad de la ONU la aprobación de una resolución que rechace “la amenaza y el uso de la fuerza” contra el país, en respuesta a las acciones de Estados Unidos.
Arreaza, en un discurso, denunció supuestos preparativos de EE.UU. para intervenir militarmente en Venezuela y llamó al máximo órgano de decisión de Naciones Unidas a pronunciarse para que “se descarte esa opción por completo”.
El ministro insistió en que la operación humanitaria impulsada el sábado por la oposición con el apoyo de EE.UU. fue una “agresión” contra la soberanía nacional y culpó a los antichavistas de la violencia.
Con información de EFE
