El Kremlin ha quitado hierro este viernes a la posible expulsión de Rusia del G20 y ha argumentado que ante la situación actual “no tendría lugar nada irreparable” si finalmente el grupo toma esta decisión, en medio de la guerra desatada en Ucrania el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
“El formato del G20 es importante pero, por otra parte, en unas condiciones actuales en las que la mayoría de los participantes en el formato han lanzado una guerra económica contra nosotros, no pasaría nada irreparable (si Rusia es expulsada)”, ha manifestado el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov.
Sin embargo, Peskov ha incidido en que Moscú “está dispuesto a participar, si es posible” y ha reiterado que “si no lo es, tampoco pasará nada fatal”. “En unas condiciones de violación de todas las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Derecho Internacional, es necesario construir nuevos vectores de relaciones en todas las áreas”, ha argumentado.
Asimismo, ha sostenido que la política estadounidense para asilar a Rusia “sólo es parcialmente efectiva”. “Sabemos que Estados Unidos está continuando de forma bastante agresiva su política para aislar a Rusia”, ha dicho, al tiempo que ha argüido que “esta política es inherentemente insostenible y no podrá lograr sus objetivos”.
“Un gran número de países prefieren una postura más equilibrada y sobria sobre lo que está pasando. Prefieren hacer preguntas en el marco de un diálogo directo, estar de acuerdo en algo y en desacuerdo en otra cosa, pero no cortar los lazos”, ha defendido Peskov, según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha dicho que los países occidentales han lanzado “una guerra híbrida” contra Moscú. “Este término usado por Adolf Hitler es usado ahora por muchos políticos cuando hablan sobre lo que quieren hacer con Rusia. Sus objetivos no son ocultos, los han declarado públicamente: destruir, romper y estrangular la economía y a Rusia en su conjunto”, ha denunciado.
Así, ha argumentado que la mayoría de los países al margen del bloque occidental no quieren “jugar con una portería” en el escenario mundial. “Pese a la propaganda y los equilibrios en los números de votos en resoluciones provocativas de Naciones Unidas, la inmensa mayoría de los países (…) no quieren un juego desequilibrado. Están bajo una tremenda presión”, ha señalado.
Por último, Lavrov ha indicado que es necesario centrarse en la situación real de los lazos económicos y comerciales y no caer en “los textos provocativos de propaganda” presentados por los países occidentales para presentar la situación actual, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.