El Papa ha instado a “resistir la tentación de buscar venganza” en su último encuentro con los cristianos de Irak durante la misa que ha presidido en el Estadio ‘Franso Hariri” de Erbil’. Los cristianos en Irak son una minoría que, como los yazidíes, ha sido brutalmente perseguida en un país donde el 60% es musulmán chíi.
Francisco ha señalado que Cristo “libera de un modo de entender la fe, la familia, la comunidad que divide, que contrapone y que excluye” y ha invitado a construir una Iglesia y una sociedad “abiertas a todos y solícitas” hacia los más necesitados. Asimismo, ha instado a “resistir a la tentación de buscar venganza”, que hunde en una “espiral de represalias sin fin”.
Tras presidir un acto de oración por las víctimas de la guerra en Mosul y trasladarse en helicóptero hasta Qaraqosh, considerada la ciudad cristiana más grande de Iraq, en la llanura de Nínive, el Papa ha viajado a Erbil, última etapa del viaje antes de volver a Roma desde el aeropuerto de Bagdad. Francisco se ha desplazado en un jeep descubierto por primera vez desde que llegó a Irak.
Ante la minoría cristiana que está al borde de la extinción debido, entre otras razones, a la persecución de grupos radicales como el autodenominado Estado Islámico, el Papa ha arremetido contra “las falsedades” y “la doblez de la hipocresía”, que ha definido como “enfermedades enturbian la vida”.
“Necesitamos ser limpiados de nuestras falsas seguridades, que regatean la fe en Dios con cosas que pasan, con las conveniencias del momento”, ha señalado.
Así, ha instado a eliminar del corazón de los fieles, pero también de la Iglesia, “las nefastas sugestiones del poder y del dinero” y a “ensuciarse las manos” y no “quedarse de brazos cruzados mientras el hermano y la hermana sufren”.
El Pontífice también ha elogiado la labor de la Iglesia en Irak “propagando la misericordia y el perdón de Cristo, especialmente a los más necesitados”.
“También en medio de una gran pobreza y dificultad, muchos de ustedes han ofrecido generosamente una ayuda concreta y solidaridad a los pobres y a los que sufren”, ha manifestado.
Este es uno de los motivos que, según ha asegurado, le han impulsado a ir como peregrino a estar entre los cristianos de Irak, a agradecerles y confirmarlos en la fe y en el testimonio. “Hoy, puedo ver y sentir que la Iglesia de Irak está viva, que Cristo vive y actúa en este pueblo suyo, santo y fiel”, ha recalcado,
Bendición de una estatua decapitada de la virgen
Otro momento muy simbólico ha sido cuando el Papa ha bendecido una estatua de la Virgen María que fue decapitada en la aldea cristiana de Karamles, ubicada entre Mosul y Erbil, durante la ocupación de las aldeas de las llanuras de Nínive por parte del Estado Islámico entre 2014 y 2017.
La estatua permanece sin manos porque fueron cortadas por los terroristas. Tampoco tenía cabeza, pero fue restaurada y se la volvieron a unir.
El Pontífice llegó a Irak en plena pandemia con unas restrictivas medidas de seguridad para evitar los contagios que han impedido las grandes aglomeraciones durante todo el viaje. Los poco más de 250.000 cristianos que viven en el país han tenido que seguir la mayor parte de los actos por televisión.
Sin embargo, la misa que ha celebrado en un estadio de Erbil ha sido una excepción. Unas 10.000 personas han asistido a la eucaristía que se ha desarrollado blindada por estrictas medidas de seguridad. Para entrar se ha requerido una tarjeta de identificación especial emitida por la Universidad Católica de Erbil.
Antes de la misa, el Papa ha visitado la ciudad de Qaraqosh, en el norte de Irak y ha estado con cristianos perseguidos en el país entre 2014 y 2017 durante la ocupación del Estado Islámico.
En la catedral católica siríaca de la Inmaculada Concepción que fue profanada y quemada por ISIS después de tomar la ciudad en 2014, Francisco les ha instado a decir “no al terrorismo y a la instrumentalización de la religión”.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada recientemente terminó la restauración de esta iglesia. En enero se colocó sobre el campanario de la catedral una nueva estatua mariana esculpida por un artista cristiano local.