Foto: tomada de europapress.com
David DePape, el sospechoso acusado de agredir violentamente a Paul Pelosi, marido de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, es un ciudadano canadiense de 42 años que se encuentra en el país de manera irregular, tal y como han señalado autoridades de inmigración.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha contado que DePape está en el país con una visa ya expirada de visitante temporal, por lo que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas ha demandado al condado de San Francisco que les sea entregada para su posible deportación a Canadá.
No obstante, cumpliría condena en Estados Unidos antes de ser devuelto a Canadá si es encontrado culpable de algunos de los numerosos cargos que se han presentado contra él que le podrían acarrear penas de entre trece años a cadena perpetua.
DePape se enfrenta a varios cargos estatales –entre ellos intento de asesinato, asalto con un arma mortal, abuso de ancianos, robo y amenazas a un funcionario público– y a otros tantos a nivel federal, como intento de secuestro y amenazas o a agresión a un familiar de funcionario público a modo de venganza.
Según los registros de las autoridades, DePape ingresó en Estados Unidos en marzo de 2008 a través de San Ysidro, distrito de la ciudad californiana de San Diego, como visitante temporal, aunque normalmente los ciudadanos canadienses no requieren de ninguna visa si su estadía es inferior a seis meses.
La versión oficial de la Policía relata que DePape ingresó en el domicilio de los Pelosi en San Francisco con la intención de tomar como rehén a la presidenta de la Cámara, enfrentándose al esposo, de 82 años, que tras ser golpeado con un martillo, ha tenido que se intervenido quirúrgicamente de una fractura de cráneo y lesiones graves en el brazo y la mano derechas.
Los registros de Internet de DePape describen a una persona dada a dar pábulo a teorías de la conspiración sobre gran variedad de temas, desde los extraterrestres, el comunismo, los judíos, el fraude electoral en las presidenciales de 2020 y otro tipos de confabulaciones abrazadas por la extremaderecha estadounidense.