No en el sentido literal, claro está, sino en el figurado, el estrictamente profesional. El gobierno de España culminó hace unas horas una semana de intrigas y movimientos típicos de película. Filtraciones, espionajes a políticos de todo signo… y destitución de Paz Esteban, directora de los servicios de inteligencia del país ibérico, hasta hace poco muy respetados en el mundo por su eficiencia.
Margarita Robles, ministra de defensa, anunció el relevo de Esteban al frente del Centro Nacional de Inteligencia, o CNI. Su puesto lo ocupará ahora Esperanza Casteleiro, mano derecha de la propia Robles en el ministerio. La decisión llega después de que Esteban admitiese la semana pasada que su agencia había ‘hackeado’ legalmente y con autorización de un juez los teléfonos de varios políticos independentistas catalanes tras recibir autorización judicial.
Pegasus en España: primer espionaje a un presidente reconocido publicamente
A las 24 horas de ese suceso, el CNI entró bajo el foco al revelarse por parte del gobierno español de que los celulares del presidente Pedro Sánchez, y de varios ministros habían infectados con el spyware Pegasus por parte de un actor externo. Esteban, de 64 años, se convirtió en la primera mujer en dirigir el CNI en julio de 2019, primero de forma interina hasta que su nombramiento se hizo oficial en febrero de 2020.
La coalición de izquierdas encabezada por Sánchez, que gobierna en minoría, ha tenido que recurrir a menudo a los votos de los partidos independentistas catalanes para aprobar leyes e ir salvando la gobernabilidad día a día con más sufrimiento que otra cosa. Pues la amenaza de los independentistas con retirar su apoyo al ejecutivo es el pan de cada día.
Los independentistas insatisfechos
Gabriel Rufián, el vocero de la formación catalana ERC en el Congreso, salió a decir que el cese no era una concesión para calmar a los separatistas y que esperan más destituciones. “Parece lógico, con todo respeto hacia Esteban, que en un país que reconoce que se ha espiado de forma ilegal el móvil del presidente del gobierno y de la ministra de Defensa y de quizá más miembros, que la máxima autoridad de CNI asuma responsabilidades”, manifestó.
Por su parte, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoó, del PP, criticó la destitución señalando que el gobierno sacrificó a Esteban para contentar a los secesionistas catalanes. “Sánchez consuma el esperpento y ofrece la cabeza de la directora del CNI a los independentistas, debilitando una vez más al Estado para buscar su supervivencia. Es una auténtica afrenta a nuestro país. Injustificable”, afirmó.