“Llámenme clásico, pero sin Presupuestos no se puede gobernar”. Con estas palabras, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, confirmó este viernes el esperado adelanto de Elecciones Generales y anunció la fecha en la que se celebrarán: el 28 de abril, que en breve será conocido como el 28-A, poniendo el fin a la legislatura.
“Entre seguir sin Presupuestos y no hacer nada, o dar la palabra a los españoles y convocar elecciones elijo lo segundo. España debe seguir avanzando” indicó Sánchez esta mañana en una declaración institucional tras un Consejo de Ministros extraordinario que se ha celebrado este viernes. Sin embargo, el presidente del Gobierno no ha aclarado por qué ha escogido el 28-A. Simplemente dijo: “Es una gran fecha. Es importante hablar de España”.
Disolución de Cortes el 5 de marzo
De esta manera, las Cortes se tendrán que disolver el 5 de marzo. Hasta entonces, comienza una precampaña electoral a la que Sánchez le dio el pistoletazo de salida presumiendo de su mandato, con 25 RDL y 13 leyes aprobadas. De hecho, defendió que los Presupuestos rechazados en el Congreso son una buena muestra de lo que puede ser su programa político de cara a los comicios. “Hay derrotas parlamentarias que son victorias sociales. La población ha visto cuál es nuestra hoja de ruta”, indicó.
En su discurso, al que asistieron la vicepresidenta Carmen Calvo y la ministra portavoz Isabel Celáa, mandó varios recados a la oposición, particularmente a la derecha representada por el PP, Ciudadanos y Vox, a los que acusó de multiplicar la crispación en España poniendo en duda la “legitimidad de la moción de censura”. En este sentido, y sobre el anuncio de la formación naranja de que no hará ningún pacto de Gobierno con Sánchez, opinó: “Me sorprende que me pongan a mí un cordón sanitario y no se lo pongan a la ultraderecha”, y advirtió de que estas formaciones “han vuelto a perpetuar una especie de agravio secular”.
Además, consideró que los partidos que se manifestaron en la madrileña plaza de Colón el domingo, “plantean un país en el que solo caben ellos, nosotros un país en el que cabemos todos y todas. Esto es lo que defenderá este Gobierno en campaña electoral.
En este sentido, hizo una llamada a la participación de la población en los comicios. “Hay que apelar a la movilización no de la izquierda, sino de toda la ciudadanía. Nos jugamos el futuro de este país, y lo que decidan los españoles bien decidido estará”.
El papel de Cataluña
Por otro lado, no valoró la influencia que el juicio del procés podrá tener en las elecciones generales. En este sentido, apuntó: “No soy amigo de renunciar al diálogo y de coger el toro por los cuernos. Hay vías para resolver la crisis de Cataluña, igual que también las hay para resolver la precariedad laboral”. Solo indicó que los partidos independentistas tendrán que explicar “por qué no apoyan unos Presupuestos buenos para Cataluña”.
Las reacciones al anuncio de Sánchez desde la oposición no se han hecho esperar. El líder del PP, Pablo Casado, ha asegurado que está “contento” con la fecha electoral y la ha supeditado a su presión desde la oposición, ya que, según ha dicho, su partido ha conseguido que Sánchez, “tire la toalla”. “Por fin hemos conseguido que se abran las urnas”, ha exclamado”.
Ante esa convocatoria electoral, Casado, al que Sánchez no ha llamado tras comunicar el adelanto electoral, ha indicado que los españoles tendrán que elegir entre “un modelo que negocie con Torra” o que “lidere la aplicación del 155 en Cataluña”. “Convoca elecciones porque le hemos pillado negociando con Torra”, ha resaltado, para advertir que el jefe del Ejecutivo no ha descartado “la negociación con los independentistas”.
Desde el independentismo, la primera reacción notoria ha sido la del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. “Entonces veo que sí, que el PSOE también se manifestaba en Madrid pidiendo elecciones anticipadas”, ha ironizado el exdirigente huido de la Justicia española con el hecho de que Sánchez haya dado el paso que PP, Ciudadanos y Vox reclamaban en Colón.
Publicado por nuestro aliado ElEconomista.es