La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha respaldado este viernes por unanimidad la desclasificación de informes de los servicios de Inteligencia sobre el origen de la pandemia de COVID-19, en una iniciativa respaldada por los dos grandes partidos y que ahora pasa a la mesa del presidente norteamericano, Joe Biden.
El Senado ya se había pronunciado a favor de esta petición, dirigida al directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, después de que el Departamento de Energía, primero, y el FBI, después, apuntasen como posibilidad que la mayor pandemia de la historia reciente pudo originarse por un accidente en un laboratorio de Wuhan (China).
Biden encargó en 2021 a la Inteligencia estadounidense examinar el origen del COVID-19, sin que por ahora ninguna autoridad haya llegado a una conclusión clara. El debate ha reavivado también tensiones entre potencias, ya que Pekín acusa a Washington de politizar la emergencia sanitaria y recuerda que ya hubo una misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el terreno.
El texto avalado este viernes por los miembros de la Cámara de Representantes reclama específicamente la divulgación de “toda la información relativa a los posibles vínculos entre el Instituto de Virología de Wuhan y el origen” de la pandemia, lo que incluiría también cualquier hipotética implicación de las Fuerzas Armadas con la actividad de dicho centro.
La petición, en cualquier caso, depende del visto final de Biden, a quien compete aceptar o no las demandas pactadas en el Congreso.