La Secretaria General Iberoamericana, Receba Grynspan, espera que la XXVII Cumbre Iberoamericana que acogerá Andorra el 21 de abril sirva para que la región “pueda hacer oír su voz, fuerte con peso”, en un momento en el que considera que el multilateralismo “es más importante que nunca, en gran medida por la pandemia de coronavirus.
La innovación para el desarrollo sostenible es el eje de una cumbre que –por primera vez desde el inicio de la pandemia– reunirá a los gobiernos de los 22 países iberoamericanos, con la intención no solo de hablar de retos pendientes sino de plantear “una visión de futuro”, en palabras de Grynspan.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que establecen una serie de metas para 2030, figuran en el horizonte y la jefa de la SEGIB ha reconocido que la pandemia “ha echado para atrás” ciertos avances, pero al mismo tiempo cree que contextos como el actual evidencian que los ODS “son más necesarios que nunca”.
La jefa de la SEGIB ha defendido en un encuentro digital organizado por Europa Press la necesidad de “impulsar una agenda para la recuperación económica y social de la región”, en un momento en el que se necesita “más multilateralismo que nunca”.
En este sentido, ha reconocido que la respuesta inicial a la pandemia fue en algunos momentos “nacionalista”, lo que ha “debilitado la eficacia” de las medidas adoptadas para contener el virus. También ve margen de mejora en el proceso de adquisición de las vacunas, recordando que son los países con más recursos quienes se han adelantado en la carrera.
Grynspan ha llamado a fortalecer mecanismos como COVAX, planteado por la ONU para llevar vacunas a países menos desarrollados, y ha abogado por plantear la inmunización como un concepto global: “Nadie va a estar seguro hasta que todos estemos seguros”.
América Latina, una de las regiones más golpeadas por la pandemia –“representa entre el 25 y el 30 por ciento de fallecidos del mundo”–, ha sufrido durante este último año el “doble golpe” que supone, por un lado, la crisis sanitaria y, por otro, el declive económico.
Una “mejor” normalidad
“La nueva normalidad no tiene que ser nueva, sino mejor”, y “esto depende de lo que hagamos”, ha señalado Grynspan, al abogar por atajar retos como la pobreza, la desigualdad o la violencia machista. Este último desafío figurará precisamente en la agenda de la cumbre de Andorra.
“Tenemos otra pandemia con nosotros”, ha dicho, en relación a una violencia machista que parece haberse agravado con la crisis, durante la cual las mujeres pueden haberse quedado atrapadas con su maltratador y sin autonomía económica, entre otra razones por su mayor dependencia de la economía informal.
Grynspan ha advertido de que algunos indicadores apuntan a un aumento de hasta un 50 por ciento en la violencia machista, por lo que ha pedido que las políticas de género sigan figurando en la agenda política y pública durante los próximos meses.
Para ello, ha advertido, “las mujeres tienen que estar en la mesa de decisión”. Así, ha reconocido que en “momentos de emergencia” puede haber una tendencia a no escuchar sus voces y ha lamentado que, si bien a nivel de parlamentos y gobiernos nacionales la presencia femenina ha aumentado, a nivel local la representación sigue siendo “muy baja”.