El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha abogado este jueves por que la situación del fundador de Telegram, Pavel Durov, no acabe convirtiéndose en una “persecución política”, a tenor de “ciertas acusaciones” que las autoridades francesas han lanzado en las últimas horas, si bien no ha precisado cuáles.
Peskov ha señalado que si bien el presidente francés, Emmanuel Macron, negó que la detención de Durov tuviera relación con la política, “se están haciendo ciertas acusaciones” que habrá que ver “qué ocurre a continuación”.
Al mismo tiempo, Peskov considera que el Kremlin no tiene que estar valorando constantemente este asunto, independientemente de que las autoridades rusas hayan afirmado que están dispuestas a ayudarle, dentro de sus posibilidades, ya que cuenta con ciudadanía rusa, si bien también de otros lugares, como Francia.
Durov pasó este miércoles a disposición judicial después de prestar declaración ante un juez en París tras permanecer detenido cuatro días. El fundador de Telegram quedó en libertad provisional con la prohibición de salir de Francia.
Detenido el sábado cuando se apeaba de su jet privado en un aeropuerto a las afueras de la capital francesa, está acusado de permitir la comisión de diversos delitos vinculados al crimen organizado a través de esta aplicación.
La Fiscalía de París le imputa doce delitos, entre ellos difusión de pornografía infantil, o tráfico de drogas. Las autoridades le reprochan además que no haya colaborado en las investigaciones sobre estos contenidos que ofrece su plataforma.