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La coalición que eligió al presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva ha presentado ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) dos denuncias contra Jair Bolsonaro, sus hijos Flávio y Eduardo y varios de sus aliados, entre ellos Walter Braga Netto, por supuestos delitos de abuso de poder político durante la campaña.
El objetivo de dichas demandas es sancionarles para que no puedan ser elegibles en próximos procesos electorales y que aquellos que lograron un puesto en estas pasadas elecciones les sea revocado su mandato.
En una de estas denuncias, los aliados de Lula han denunciado a Bolsonaro y los suyos por un uso indebido de los medios de comunicación por servirse de ellos para atentar contra el Estado de derecho y atacar el sistema electoral brasileño, uno de los objetivos del aún presidente y sus socios no solo durante campaña sino incluso meses antes de que diera comienzo oficialmente.
Entre los señalados están quien se presentaba como vicepresidente de Bolsonaro, el exministro de Defensa Bragga Neto, sus dos hijos y algunos senadores y diputados como Nikolas Ferreira, o Carla Zambelli, aquella mujer que amenazó a electores de Lula con una pistola en vísperas de la segunda vuelta de las elecciones.
“Es posible constatar que Jair Bolsonaro se valió de su condición de presidente de Brasil (…) para promover reiterados ataques a la seguridad de las urnas electrónicas, con la difusión de la falsa idea que (…) son fraudulentas”, señala la demanda, en la que se pide también que el caso se sustente en as pruebas recabadas en el caso de las ‘fake news’ que lleva el Tribunal Supremo.
En la otra demanda, denuncian a Bolsonaro y Braga Netto de “conceder un paquete de ayudas con el objetivo de ganar votos e influenciar en la elección de los electores”, liberando recursos públicos para programas sociales y ofreciendo ventajas y ascensos a sectores alineados con él.