Hambre en el mundo Unos 193 millones de personas de más de 50 países se encontraban en 2021 en una situación de inseguridad alimentaria grave, un dato sin precedentes desde que existen registros y que amenaza con empeorar en los próximos meses fruto de situaciones de conflicto como la que sufre Ucrania desde febrero.
Así figura en el informe de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC), avalado por la ONU y la UE y que refleja una subida de casi el 40 por ciento con respecto a 2020, cuando ya se habían registrado niveles sin precedentes. Más de medio millón de las personas en situación de hambre en Etiopía, Madagascar, Sudán del Sur y Yemen están englobadas en la categoría que los expertos conocen como ‘catástrofe’, es decir, que necesitan atención urgente para evitar incluso perder la vida.
Los conflictos se mantienen como el primer detonante del hambre y a ellos se debe la precaria situación en que viven 139 millones de personas en 24 países y territorios, mientras que las crisis económicas estarían detrás de más de 40 millones de casos y las situaciones climatológicas extremas de 15,7 millones.
Guerras e inseguridad
El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Qu Dognyu, ha considerado que el informe demuestra una vez más la “evidente y alarmantes” relación entre conflictos e inseguridad alimentaria, por lo que ha instado a resolver ésta y otras causas que subyacen tras prevenir situaciones que pueden llegar a la hambruna en algunos contextos.
En la misma línea, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, ha señalado que se ha creado “una tormenta perfecta” fruto de las guerras, el cambio climático, la pandemia de COVID-19 y la subida en los precios de los alimentos y los combustibles.
Crisis internacionales
El informe pone de manifiesto la interconexión de los sistemas alimentarios globales vinculándolo con la invasión rusa sobre Ucrania. Los países de bajos recursos son los más expuestos a los riesgos de la guerra en el este de Europa por su dependencia de las importaciones de alimentos y productos agrícolas y su vulnerabilidad a las subida de precios.
La comisaria europea de Alianzas Internacionales, Jutta Urpilainen, ha advertido en el comunicado de que “la invasión de Rusia sobre Ucrania pone en peligro la seguridad alimentaria global”, por lo que ha llamado junto a las agencias de la ONU a tomar medidas cuanto antes y fomentar un cambio de paradigma.
“No debería haber cabida para el hambre en el siglo XXI”, ha señalado, por su parte, el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, que confía en que el informe sirva para poner sobre la mesa el “claro mensaje” de que, para prevenir una gran crisis alimentaria global”, es necesario actuar “ahora” y hacerlo “juntos”.