Un 49 por ciento de los brasileños han dejado de hablar de política para evitar discusiones, según un sondeo, cuando faltan poco más de dos meses para unas elecciones presidenciales muy polarizadas con el Jair Bolsonaro (extrema derecha) y Luiz Inácio Lula da Silva (izquierda) como principales candidatos.
Según la última encuesta de Datafolha de finales de junio, Lula es el favorito con un 47 por ciento de intención de voto, frente al 28 que lograría Bolsonaro en la primera vuelta, prevista para el 2 de octubre. Los dos candidatos más votados se enfrentarán el 30 de octubre.
Ahora un nuevo estudio de Datafolha revela que un 49 por ciento de electorado dice haber dejado de hablar de política con amigos y familiares en los últimos meses para evitar discusiones. Esto afecta en mayor grado a los simpatizantes de Lula (54 por ciento) que a los de Bolsonaro (40 por ciento).
Además, el 15 por ciento afirman haber recibido amenazas verbales por hablar de política y el 7 por ciento asegura haber sufrido una amenaza de agresión física.
También en Internet un 53 por ciento de electores afirman haber modificado su comportamiento para evitar conflictos con amigos y familiares en redes sociales. Así, en WhatsApp el 43 por ciento han dejado de hablar de política y el 19 por ciento se ha salido de algún grupo por este motivo. Solo el 8 por ciento participa en grupos de apoyo a algún candidato: el 4 por ciento a Lula y el 4 por ciento a Bolsonaro.
Por sectores de población, Bolsonaro tiene más seguidores entre quienes tienen una renta mensual de más de cinco salarios mínimos (23 por ciento), entre los empresarios (32 por ciento) y entre quienes aprueban su desempeño en el gobierno (35 por ciento).
Lula en cambio es más seguido por jóvenes de 16 a 24 años (26 por ciento), simpatizantes del PT (31 por ciento) y quienes rechazan la labor del actual gobierno (24 (por ciento).
En las últimas semanas se han producido varios episodios violentos relacionados con la política, el más grave de ellos el asesinato de un miembro de Partido de los Trabajadores de Lula, Marcelo Arruda, en un ataque de un simpatizante de Bolsonaro en Foz de Iguaçu el pasado 9 de junio.
Dos días antes hizo explosión un artefacto en un acto de Lula en Río de Janeiro y en Minas Gerais un dron lanzó excrementos sobre un acto del PT en Uberlandia.
En Sao Paulo fueron activistas de izquierda los que impidieron un acto de Fernando Holiday y otros precandidatos del Partido Nuevo en Unicamp, en Campinas.