La molestia de Europa por espionaje a periodistas con software israelí

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha tachado de “completamente inaceptable” el espionaje de periodistas con el software israelí Pegasus, que ha desvelado una investigación del diario ‘The Washington Post’.

Desde República Checa, donde ha oficializado el visto bueno de Bruselas al plan de recuperación nacional checo, la conservadora alemana ha insistido en que, de confirmarse, este caso es “completamente inaceptable y va contra todo tipo de reglas”. “Tenemos en la UE la libertad de prensa como uno de los valores nucleares y es totalmente inaceptable este caso”, ha afirmado en una rueda de prensa junto al primer ministro checo, Andrej Babis.

Según la información publicada, entre las víctimas del presunto espionaje por parte de gobiernos se encuentran periodistas y personas relevantes, entre otros el entorno del periodista disidente saudí Yamal Jashogi, asesinado en el Consulado saudí en Estambul.

El caso amenaza con salpicar también a la Unión Europea, después de que se haya revelado que gobiernos como el húngaro también ha empleado este programa que se instala cuando el usuario pincha en un enlace desde su teléfono y que es capaz de recopilar correos electrónicos, llamadas y mensajes de texto.

Sobre el presunto espionaje de periodistas por Hungría, el portavoz de Justicia de la Comisión, Christian Wigand, ha dicho que Bruselas estudiará la situación y, en su caso, decidirá posibles pasos.

“Los Estados miembros tienen la obligación de vigilar y controlar sus servicios de seguridad para que cumplan los Derechos Humanos y la privacidad”, ha explicado el portavoz comunitario, poniendo el foco en las instituciones de protección de datos en los Veintisiete.

La investigación, que ha contado con la participación de Amnistía Internacional, ha identificado al menos a 180 periodistas de 20 países que fueron seleccionados como posibles objetivos de ataques con el software espía entre 2016 y junio de 2021. Entre ellos hay periodistas de Azerbaiyán, Hungría, India y Marruecos, países donde, según denuncia la ONG, la represión contra los medios de comunicación independientes se ha intensificado.