Varios almacenes y plantas industriales a lo largo de la carretera entre Atenas y Tesalónica han comenzado a arder este viernes debido a los fuertes vientos que han multiplicado los focos de incendio en el país, asolado desde hace días por las altas temperaturas.
De momento, el Gobierno griego ha pedido a los residentes de las localidades de Malakasa y Sfendali que abandonen sus hogares y se espera que los residentes de Oropos, a 25 kilómetros de la capital griega, hagan lo mismo en las próximas horas.
En las últimas 24 horas el país ha confirmado 86 nuevos incendios, según ha hecho saber el servicio nacional de Bomberos en su cuenta de Twitter, y 18 personas han tenido que ser hospitalizadas, la mayoría por problemas respiratorios.
También hay incendios en el Peloponeso y en la isla de Euboea, donde los habitantes de la localidad de Agia Anna han tenido que ser trasladados a la zona continental por barco.
En un discurso pronunciado el jueves, el primer ministro del país Kyriakos Mitsotakis, describió que hay al menos tres “enormes incendios en Atenas, Peloponeso y la isla de Euboea”, en medio de una “situación sin precedentes” en el país, convertido en “un polvorín por la combinación del calor y la sequía”.