El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pone rumbo este jueves a Estados Unidos para reunirse el viernes con el presidente estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca, para “reiniciar” unas relaciones diplomáticas encalladas durante la última parte de mandato de Jair Bolsonaro.
“Buenos días, hoy pongo rumbo a Estados Unidos, donde me reuniré con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca. Queremos construir alianzas y crecimiento entre nuestros países para el desarrollo de nuestra región, debatir acciones de paz mundial y contra las noticias falsas”, ha escrito Lula en su perfil de Twitter.
El viaje de Lula a Washington adquiere una nueva perspectiva después de los actos del pasado 8 de enero, cuando una turba descontenta de seguidores de Jair Bolsonaro atacó las sedes de los tres poderes en Brasilia. Unos hechos que hicieron recordar a los del Capitolio a principios de 2021.
Ambos derrotaron en las urnas a rivales de ultraderecha que desde el inicio de pretendieron sembrar las dudas sobre la fiabilidad de los respectivos sistemas electorales de sus países, y que tienen una amplia base entre sus seguidores que no esconde su defensa de tomar el poder por la fuerza.
Antes de reunirse este viernes, ambos ya tuvieron ocasión de hablar por teléfono en dos ocasiones; la primera después del triunfo en las elecciones de Lula el pasado 30 de octubre y la segunda, un día después de que la Explanada de los Ministerios fuera asaltada.
En su primer viaje fuera de Latinoamérica tras asumir la Jefatura de Estado tras visitar Argentina y Uruguay, estará acompañado por la primera dama, Rosângela ‘Janja’ da Silva, así como por los ministros de Economía, Fernando Haddad; de Medio Ambiente, Marina Silva; y de Igualdad Racial, Anielle Franco.
El viaje, a los que seguirán los de China y Portugal en los próximos meses, confían que sirva para “reiniciar” las relaciones diplomáticas entre ambos países, ha explicado esta semana el Ministerio de Asuntos Exteriores, después del aislamiento al que impuso a Brasil un Bolsonaro, al que desde Washington criticaron por sus políticas medioambientales.
Será esta cuestión del medioambiente uno de los temas a tratar, así como otras políticas de desarrollo en materia de transición energética, derechos humanos y lucha contra la pobreza, según fuentes gubernamentales, detalla el portal G1.