El presidente de Argentina, Javier Milei, ha subrayado la «inclaudicable» reivindicación territorial sobre las islas Malvinas, una «causa histórica» que «une a todos los argentinos» y que, según sus propias palabras, «debe sustentarse con acciones concretas y no con meros discursos».
Coincidiendo con el aniversario de la guerra en 1982, Milei ha prometido seguir dando pasos en aras de una reclamación que sigue en el aire. «La lucha por las Malvinas no cesará hasta que nuestra bandera vuelva a flamear en las Islas y este Gobierno está decidido a liderar ese camino con hechos concretos», ha prometido en un comunicado en el que no ha dado detalles de posibles pasos.
Más tarde, durante su discurso en el propio acto en homenaje a la guerra de las Malvinas, Milei ha insistido en la reclamación de la soberanía sobre estas islas, y ha aprovechado la ocasión para cargar con dureza contra sus predecesores políticos, que han «damnificado de forma directa o indirecta» estas ambiciones con sus decisiones «económicas y diplomáticas».
«Nadie puede tomar en serio el reclamo de una nación cuya dirigencia es conocida en el mundo por su corrupción e incompetencia y por llevar a Argentina a los brazos de la escoria del mundo», ha denunciado Milei, que en sus críticas a los últimos dirigentes kirchneristas les ha acusado de llevar al país a «hacer causa común con dictadores».
Así las cosas, Milei ha trazado una ‘hoja de ruta’ para culminar con una reivindicación legítima de Malvinas y que pasa por que Argentina se «levante como país» y recupere su lugar en la comunidad internacional. «No hay otra manera de hacerlo que aplicando las ideas de la libertad», ha ahondado el presidente argentino, que aboga también por reforzar el Ejército y reducir el dispendio público.
«Buscamos hacer de Argentina una potencia tal que ellos (los ciudadanos de Malvinas) prefieran ser argentinos y que ni siquiera haga falta la disuasión o el convencimiento para lograrlo», ha remachado un Milei que reconoce que su objetivo es recomponer la economía nacional para que «todos los ciudadanos del mundo fantaseen con el sueño de ser argentinos».
En la línea de estas declaraciones de Milei se ha pronunciado también el que es su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien ha deslizado que Argentina actualmente no es un país «desarrollado» y que cuando lo sea se darán las condiciones para «negociar de manera distinta» sobre la soberanía de Malvinas.
«Hay que convertir al país en uno que sea considerado internacionalmente por su desarrollo (…) Cuando eso pase, estaremos en condiciones de negociar de manera distinta», ha remachado Francos en declaraciones a los medios de comunicación tras el discurso del presidente, según recoge el diario ‘Clarín’.



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