Varias protestas han tenido lugar durante la tarde y la noche del sábado en Lima, Perú, en la cual se han producido enfrentamientos entre las autoridades y los manifestantes, después de que el Congreso peruano votase en contra de adelantar las elecciones presidenciales a 2023.
Un contingente de manifestantes se ha concentrado esta noche en la avenida Abcanay, cerca de la zona universitaria, una vía por la que pretendían avanzar hacia la sede del Congreso, pero su paso ha sido bloqueado por los agentes de Policía lo que ha generado varios enfrentamientos, ha recogido la agencia peruana Andina.
Las autoridades han hecho uso de bombas lacrimógenas para lograr dispersas a los protestantes mientras algunos de ellos se han defendido lanzando piedras y productos pirotécnicos.
La Policía ha conseguido replegar a los manifestantes de la avenida Abcanay y los protestantes de han redirigido a la avenida Grau, en pleno distrito de Barranco.
En este momento, continúan las movilizaciones en la capital peruana, así como los bloqueos en las carreteras y otras concentraciones en diversas regiones para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el adelanto de las elecciones a este año.
Durante la jornada de ayer tuvo lugar la votación en el Congreso que aprobaría o no el mencionado adelanto de los comicios, pero la reforma constitucional fue bloqueada por 45 votos a favor, 65 votos en contra y 2 abstenciones.
“Lamentamos que el Congreso de la República no haya logrado ponerse de acuerdo para definir la fecha de las elecciones generales, en las que las peruanas y peruanos puedan elegir libre y democráticamente a las nuevas autoridades”, ha indicado Presidencia en un mensaje publicado en Twitter.
Perú se encuentra sumido en una profunda crisis política nacida tras la destitución por parte del Congreso del expresidente Pedro Castillo, quien anunció el pasado 7 de diciembre la disolución del Parlamento andino y la instauración de un Gobierno de excepción.
Tras la detención del exmandatario, decenas de miles de personas han salido a protestar en diversos puntos del país para pedir la dimisión de la presidenta Dina Boluarte, la disolución del Congreso y la convocatoria urgente del elecciones presidenciales. Desde entonces, más de 60 personas han perdido la vida en los disturbios entre manifestantes y fuerzas de seguridad.