España está en el ojo del huracán con respecto a su posición en Venezuela tras recibir en su embajada en Caracas al líder opositor Leopoldo López junto a su familia.
López fue rescatado de su arresto domiciliario por un grupo de militares leales a Guaidó, lo que ha sumido al país en una situación de caos y de choque de fuerzas entre los opositores y los defensores del régimen de Nicolás Maduro. El ministro español de Exteriores, Josep Borrell, ha aclarado este jueves que Leopoldo López se encuentra en la legación diplomática “simplemente como huésped” y no como un asilado.
Las demandas de asilo, según ha explicado Borrell, de acuerdo con la legislación española, se tienen que producir en territorio español. “López no está como asilado, está simplemente como huésped de la Embajada hasta que se aclare cuáles son los pasos a seguir, pero no ha formulado una demanda de asilo porque tendría que hacerlo desde el territorio español”, ha dicho.
Así lo ha manifestado el ministro de Exteriores en declaraciones a los medios desde Talbieh (Jordania), donde ha visitado una clínica financiada por la AECID antes de reunirse con su homólogo jordano.
Asimismo, Borrell ha criticado al secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, por acusar al autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, de no querer unas elecciones libres en el país. “No entiendo a qué viene esta acusación a Guaidó”, ha subrayado Borrell, al tiempo que ha desmentido que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya reconocido “en privado” que era un error reconocer a Guaidó como presidente de Venezuela.
En este sentido, ha apuntado que debe desmentir “rotundamente” esas hipotéticas conversaciones a las que hizo referencia Pablo Iglesias. “Si quiere hacer referencia a presuntas conversaciones privadas que no tire la piedra y esconda la mano. Que diga quién protagonizó esas conversaciones porque yo las desconozco completamente”, ha sentenciado. Para el ministro de Asuntos Exteriores, lo “grave” de la posición de Iglesias “es que se permita criticar a Guaidó atribuyéndole la intención de no convocar elecciones”.
Borrell ha insistido en el rechazo a una intervención militar en Venezuela “de cualquier que sea el que la ejecute” y ha defendido que la solución “tiene que ser democrática y pacífica”, a través de la convocatoria de unas elecciones libres con supervisión internacional. “Estaríamos en contra de cualquier intervención militar extranjera”, ha concluido.
“El secretario general reitera su llamamiento a todas las partes a que ejerzan la máxima contención y advierte en contra del uso de la fuerza letal contra manifestantes pacíficos”, ha subrayado su portavoz, que ha asegurado que la principal preocupación de la ONU es “intentar ayudar a encontrar una solución pacífica a esta crisis”.