José Raúl Mulino, candidato de Realizando Metas y Alianza, ha ganado las elecciones presidenciales de Panamá celebradas este domingo y se ha convertido en el presidente electo del país, tal y como ha proclamado el Tribunal Electoral panameño, al hacerse con el 34,43 por ciento de los votos, con casi diez puntos porcentuales por encima del segundo aspirante.
Mulino, de 64 años, ha sido el hombre elegido por el expresidente Ricardo Martinelli, inhabilitado por una condena de más de diez años de prisión por lavado de dinero y en la Embajada de Nicaragua a la espera de un salvoconducto para salir del país, para estos comicios –que ha registrado un 77,4 por ciento de tasa de participación– celebrados para elegir al sucesor de Laurentino Cortizo.
En segundo lugar ha quedado el socialdemócrata Ricardo Lombana, aspirante por el diverso Movimiento Otro Camino (MOCA), con un 25 por ciento de los apoyos, uno de los pocos aspirantes que ha conseguido obtener un mejor resultado que lo que auguraban las encuestas, que le ubicaban entre un 12 y 15 por ciento en la intención de voto.
Por detrás de Mulino y Lombana se encuentra el expresidente Martín Torrijos, del Partido Popular (PP), que se ha hecho con el 16 por ciento, y el exministro de Exteriores de Martinelli Rómulo Roux, de Cambio Democrático (CD), con el 11,24 por ciento. Por su parte, el vicepresidente saliente, Gabriel Carrizo, que ha arrastrado los pésimos índices de popularidad de Cortizo, no ha alcanzado el seis por ciento de las papeletas y está en sexto lugar al estar por detrás de Zulay Leyset, aspirante de libre postulación.
Martinelli feliz y contento
Con los primeros resultados provisionales, Martinelli ha destacado rápidamente que “ya es seguro” que Mulino ha sido el “claro ganador” de la Presidencia del país. “Esta es la cara de un hombre feliz y contento”, ha agregado al publicar una fotografía suya a través de la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Mulino, en sus primeras declaraciones, ha señalado que asume con gran responsabilidad y humildad esta elección, agregando que espera desarrollar el plan de Gobierno, que debe ser “capaz, idóneo y eficiente”, con “la ayuda de dios”. También ha propuesto a algunos de los candidatos llevar a cabo un Gobierno de unidad nacional.
Cortizo, como mandatario saliente, ha llamado al ganador de las elecciones para felicitarle por su triunfo “y desearle éxitos y buena salud en este nuevo periodo”. “Le reafirmé que cuenta con mi compromiso de llevar a cabo una transición ordenada”, ha indicado.
Por su parte, Lombana se ha proclamado como la principal fuerza de oposición del país: “Nuestro movimiento ha hecho historia. Somos la segunda fuerza política del país”, ha declarado antes de advertir de que tenderán la mano si el dirigente “hace las cosas bien”, pero que, si “se aleja de la voluntad popular”, encontrarán al pueblo en las calles.
El claro perdedor de la noche ha sido Carrizo, quien se ha limitado a subrayar que “el presidente tiene la responsabilidad de unir a todos los panameños por el bien del país”. “Los panameños debemos felicitarnos por la jornada democrática que hemos vivido el día de hoy”, ha manifestado.
Durante estos meses, Mulino no se ha molestado en camuflar que se trata en verdad de la candidatura de su mentor al utilizar el lema ‘Mulino es Martinelli, Martinelli es Mulino’. Así, ha hecho suyos tanto el discurso conservador del exdirigente como sus propuestas de liberalizar la economía, favorecer el sector privado e incluso anunciar que se encargará de “cerrar” el Tapón del Darién para atajar la crisis migratoria.